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La pandemia del coronavirus, en fase de control

Las UCI vuelven a respirar: el HUCA ya se quita los equipos de protección

El Hospital de Cabueñes reunifica espacios al contabilizar un único paciente positivo en covid

El personal de UCI del HUCA, ayer, ya sin los equipos de protección contra el coronavirus.

Los hospitales asturianos enfrentan con ánimo lo últimos coletazos de una pandemia que empieza a liberar las áreas de unidades intensivos. Suman ahora 12 pacientes, ya por debajo de los 19 que se mantienen, más estables, en planta. En el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), todos sus ingresados en UCI dan ya negativo en PCR, así que ya no pueden infectar a sanitarios. De ahí que ayer el personal pudiese volver a trabajar con batas, sin los engorrosos EPI.

El área de enfermos críticos del HUCA cuenta ahora con un cartel en el que se felicita a todo el equipo de sanitarios, que reza: “Por fin, después de muchos meses, podemos decir que ninguno de nuestros pacientes es covid”.

En Gijón, el Hospital de Cabueñes está en una fase similar y tiene también motivos para celebrar. Ayer se anunció al personal de UCI que su espacio, hasta ahora desdoblado en la UCI habitual y en lo que hasta antes de la pandemia era la Unidad de Coronarias, volverá a la normalidad, cerrando este último espacio, y dividiendo la UCI normal para reservarse una zona para los casos de enfermos positivos.

Ayer, en cualquier caso, solo faltaba un paciente por dar negativo, un hombre trasplantado que se espera que deje de dar positivo en PCR esta misma semana. El cierre de la otra unidad permitiría volver a cederle ese espacio al servicio de Cardiología, que al inicio de la pandemia ofreció a la gerencia esa zona porque sus camas están equipadas para el cuidado de pacientes críticos. El personal se reorganizó en su propia planta y realizó una pequeña reforma para incluir un área de Coronarias que han equipado con cámaras y con salas de control reaprovechando salas de descanso.

Cabueñes, además, ya no admite nuevos ingresos covid –que se centralizan en el HUCA–, así que este último paciente supondrá el fin de la lucha gijonesa contra el covid.

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