Las había de todos los tipos y modelos, más lujosas, más simples, más grandes, más pequeñas; pero todas, las más de 600 autocaravanas que se congregaron ayer en Oviedo para reivindicar sus derechos, coincidían en algo: “Estamos hartos”. Y es que los propietarios de estos vehículos, agrupados en el Club de Autocaravanistas de Asturias, consideran que se les maltrata y no se les respeta: “Nos discriminan con respecto a otros vehículos, nos echan de los municipios y el espacio público es para todos”, sostiene José Luis Villares, presidente de esta agrupación.
Los conductores de autocaravanas, que circularon durante la mañana por las calles de Oviedo, sorprendiendo a viandantes y al resto de vehículos que pasaban por la ciudad, protestaban por lo que consideran una vulneración constante de sus derechos cuando salen de viaje. “Nos da la sensación de que en muchos sitios no somos bienvenidos”, insiste el presidente de la agrupación. Estas autocaravanas, pensadas para viajar y para pernoctar en su interior, son legalmente consideradas “como cualquier otro vehículo”, explica Villares, que añade que “son un vehículo con propósito especial de vivienda y nuestra única limitación es que al aparcar no invadamos la acera; en definitiva, son las mismas normas que para el resto de turismos”, añade.
José Luis Villares considera que la concentración que tuvo lugar ayer por Oviedo fue “un éxito total”: “Algunas de las autocaravanas no pudieron entrar al centro de la cantidad que había y es verdad que llamó mucho la atención a la gente que pasaba por ahí”. En torno a las 11.30 horas, las caravanas ya salían de la ciudad de regreso cada una a su lugar de origen o destino de fin de semana tras la protesta matutina.
El presidente de la agrupación de autocaravanistas del Principado insiste en que son solo “ciudadanos con un vehículo especial” y asegura que únicamente piden que se les “respete”: “Que nos dejen hacer uso de nuestra autocaravana, tenemos nuestros derechos”, agrega. Villares señala además que la concentración que tuvo lugar ayer en Oviedo “no va contra nadie”, pero sí que reconoce que están “hartos” de que se les “rechace”.
Su petición abarca que haya “más infraestructuras, sobre todo en zonas de playa en verano”. Añade Villares que el número de autocaravanas está creciendo un 30% al año y pide que esos vehículos no tengan que pasar de largo de Asturias por falta de infraestructuras: “Queremos que se queden, que puedan disfrutar de la región”. Algo que ahora mismo, considera, es complicado porque “hay muchos impedimentos” y “ayuntamientos hostiles”. Se quejan de “multas a autocaravanistas” sin justificación y, sobre todo, de falta de “aparcamientos”.
Otra cifra que pone Villares encima de la mesa es la del número de autocaravanas que entran en España al año, que, dice, son 250.000. Una cifra a la que opone el número de aparcamientos: “Hay 1.000 o 1.100 por los 6.000 de Francia”. También protestan por lo que consideran “una presión” por parte de los campings para que no tengan más espacio donde aparcar. “En los ámbitos de actuación de los campings se presiona a los ayuntamientos”, lamenta Villares.
Los autocaravanistas que se concentraron ayer en Oviedo llegaron desde cuatro puntos: Mieres, Grado, Lugones y Siero. Durante su protesta no hicieron sonar los cláxones de sus vehículos, aunque el resto de coches que transitaba por la ciudad sí que notó cómo el tráfico rodado iba más lento y cómo circular se hacía más complicado. Una protesta con la que este sector espera más comprensión para un tipo de turismo que, alegan, también genera riqueza.
