En Santiago había que estar, otra cuestión es que la foto de la comunión de ocho presidentes autonómicos en la plaza del Obradoiro vaya a tener un efecto inmediato, o que desate la confianza y el optimismo. Al día siguiente de la cumbre en defensa de una financiación autonómica que haga primar los costes de los servicios en las poblaciones dispersas y envejecidas como la asturiana, los antagonistas parlamentarios del PSOE en la Junta adoban su respaldo al cónclave con la exigencia al Gobierno autonómico de mayor proactividad y capacidad influencia para hacer que pesen los postulados que defiende de cara a la supuestamente inminente reforma del modelo de reparto de fondos entre autonomías.

“Cuando somos tan insignificantes y tenemos cero influencia política en el Gobierno de Pedro Sánchez”, apunta el diputado del PP Pablo González, “necesitamos un frente común con otras comunidades autónomas, sean del signo que sean. Pero no sólo hay que defender los intereses de Asturias en Galicia”, matiza, “sino también en Asturias. Y cuando preguntamos a la consejera de Hacienda por este tema la respuesta es que no se conoce el coste real de la prestación de los servicios en la región y que el objetivo del Gobierno es que la financiación autonómica cubra el coste de todos, los básicos y los que no lo son, en una postura naïf e incumplible que puede generar frustración en los asturianos”.

En Ciudadanos, Sergio García entiende “lógico que se establezcan alianzas, pero lamentablemente no puedo ser nada optimista, porque este Gobierno que no es ni socialista ni progresista está construyendo una España a dos velocidades en la que Asturias está quedando relegada”. Las Españas son tres cuando habla el portavoz de Podemos, Daniel Ripa: “La que crece en población y empresas, la ‘vaciada’ y la de las comunidades periféricas y ciudades intermedias que pierden población y envejecen”. “Se agranda la brecha”, urge “una solución estructural para un problema estructural” y “está bien” que haya una alianza, apunta Ripa, pero “el presidente del Principado debe hacer algo más que enviar un whatsapp a Pedro Sánchez. Me daría miedo que la cumbre, más allá de una bonita foto, culmine en un mensaje a Moncloa sin acciones”.

Ovidio Zapico (IU) valora y saluda “todo lo que suponga sumar sinergias con otras autonomías con características muy parecidas a nosotros” y Adrián Pumares (Foro) encuentra “muy positivo” que se tiendan lazos con otros presidentes en dirección a una reforma “ineludible” sobre la que sin embargo duda “enormemente que Pedro Sánchez escuche a sus presidentes. Si acomete este cambio de modelo, lo hará atendiendo a la aritmética parlamentaria y a su objetivo de seguir durmiendo en Moncloa”. El portavoz teme que los nuevos fundamentos del sistema acaben siendo negociados en “reuniones bilaterales” e Ignacio Blanco, portavoz de Vox, censura “una fanfarria, una mera exposición pública, porque estamos viendo cómo las negociaciones presupuestarias autonómicas se hacen de forma bilateral, no por grupos”.

Desde el ámbito parlamentario que da sustento al Gobierno, la portavoz socialista, Dolores Carcedo, ve “fundamental que los presidentes de ocho autonomías fijen posiciones comunes sobre un tema tan trascendental como la financiación. Es importante contar con ese respaldo” y combinarlo con el apoyo interno que da el acuerdo alcanzado con todos los grupos de la Junta salvo Vox.