A la paciente, con un severo problema medular que le ha robado la movilidad, le colocaron el esqueleto externo y pudo dar unos pasos. Los presentes, entre ellos un grupo de médicos y enfermeras del servicio de Rehabilitación, prorrumpieron en una ovación.
Sucedió este pasado miércoles, por la mañana, en la cuarta planta del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El contexto de este hecho inusual era una jornada de rehabilitación robótica mediante exoesqueletos. Esta última palabra, exoesqueleto, designa una especie de armadura externa o robótica que se coloca en las extremidades y que posibilita nuevas capacidades de movilidad. Entre otras aplicaciones, constituye una herramienta de apoyo para los pacientes con lesión medular grave, altamente incapacitados y que requieren ayuda para su proceso de rehabilitación.
Uno de los centros españoles que ya tiene incorporado este tipo de ingenios es el Hospital Nacional de Parapléjicos, emplazado en Toledo. En el momento actual, los diversos fabricantes de estos artefactos altamente sofisticados están dándolos a conocer en hospitales de asistencia general. En el caso del HUCA, esta demostración se llevó a cabo en el marco de una jornada organizada por el servicio de Rehabilitación y Medicina Física del centro sanitario ovetense y la Sociedad Asturiana de Medicina Física y Rehabilitación (Samefyr), en colaboración con la empresa diseñadora de un exoesqueleto denominado “Atalante”.
La jornada se desarrolló el miércoles por la tarde, e incluía una demostración de rehabilitación de la marcha con un exoesqueleto. Pero ya por la mañana tuvo lugar una prueba con una paciente del HUCA. Los aplausos resonaron en toda la planta cuarta.
No conviene generar expectativas infundadas. Todo lo relatado no significa que el HUCA ya haya incorporado un exoesqueleto robotizado. Las autoridades sanitarias han desplegado sobre el asunto una densa capa de secretismo. De hecho, el programa de la citada jornada había sido publicitado en la página web del HUCA y, horas después, fue borrado. Lo que indican las fuentes sanitarias consultadas por este periódico es que el precio de los diversos tipos de exoesqueleto es muy elevado. Naturalmente, cualquier paso adelante exigiría una rigurosa comparación entre las distintas ofertas, e incluso dirimir si se opta por la adquisición clásica o por una fórmula de renting o similar.
