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La vuelta de todo el tráfico al puerto de La Espina: “Esta carretera no va a aguantar”

El sector turístico del Suroccidente teme que los problemas de comunicación en la comarca se alarguen: “Nos hunden en la miseria”

La concatenación de incidencias y cortes en las carreteras del Suroccidente ha vuelto a llevar todo el tráfico de Tineo, Cangas del Narcea y Allande por la antigua nacional 634 del puerto de La Espina. Y son muchas las voces que alertan de que esa carretera no está preparada desde hace años para soportar semejante volumen de tráfico.

“Es un peligro terrible. Hay muy mala señalización horizontal, que es prácticamente incomprensible. Hay sitios donde no se sabe si se puede adelantar o no”, señala Celestino Díaz Morán, taxista en Salas. Díaz Morán recalca además que al convertirse ahora, con el cierre por el argayo del corredor del Narcea y el corte por la demolición del puente de La Barrosa, en la vía que canaliza todo el tránsito hacia el centro de la región, hay “muchos vehículos de alto tonelaje” circulando por el alto de La Espina. De hecho, no hay que obviar que en las proximidades hay polígonos importantes como el de La Curiscada (Tineo). “Todo el Suroccidente pasa ahora por aquí. Esa carretera no está preparada para asumir eso”, sostiene.

Una realidad que confirma Pilar Riesgo, que regenta el bar tienda Casa El Cándano en el pueblo de La Espina. “Hay mucho más tráfico. Y claro que se nota que tenemos más clientes”, cuenta Riesgo, que coincide con Díaz Morán. “Creo que esa carretera no está preparada. Una cosa es que al pueblo de La Espina le venga bien que haya más tráfico y gente, pero hay que ser realista y la carretera no va a aguantar, por lo menos como siga lloviendo y con este mal tiempo”, vaticina. La hostelera y comerciante del pueblo que da nombre al puerto salense enumera las deficiencias que tiene la vía que canaliza ahora todo el tráfico del Suroccidente: “Primero, tiene una falta de pintura y señalización importante. Y, después, estaba muy abandonada desde hace mucho tiempo, sin limpiar y sin nada. Si la tuvieran un poco al día, igual aguantaba, pero estando así…”.

El tráfico que pasa por el pueblo de La Espina es tal que a los vecinos les cuesta cruzar la carretera más de lo habitual. Y los efectos llegan incluso hasta el concejo cangués. “A Cangas del Narcea llegan caravanas de cincuenta coches seguidos. Como cojas un camión en Salas, algo muy probable ahora, vienes sin adelantarlo todo el camino porque de Salas a Cangas del Narcea hay tres sitios solo para adelantar. Es tercermundista usar La Espina como única carretera, esto vuelve a ser como en los años 70, cuando tardábamos dos horas o tres para recorrer los cien kilómetros de Cangas a Oviedo”, lamenta el empresario Marcos Verano.

El problema de las comunicaciones no solo afecta a grandes empresas de la zona y a las relacionadas con el sector agroganadero que mueven muchas mercancías. En el sector turístico se empiezan a temer lo peor. “Si esta situación se alarga dos semanas, o se pone a nevar y se fastidia el paso por La Espina, nos hunden en la miseria si no se abre otra ruta”, advierte Ana Llano, presidenta de la asociación de turismo rural Fuentes del Narcea. Por eso, en su sector están “preocupados de cara a si empeora el tiempo”.

“Si cuando nieva a los clientes de fuera les decimos que vengan desde Oviedo y no por Leitariegos, y ahora resulta que por ahí tienen que pasar La Espina, donde también puede estar nevando… Entonces ya quedaríamos incomunicados, sería muy grave”, advierte Llano. A ello hay que añadir que en temporada baja, como la actual, se nutren en buena medida de asturianos que acuden a la zona a pasar el fin de semana. “Y esos sí conocen la carretera de La Espina; y si saben que tienen que venir por ella, igual tiran para otro lado”, agrega.

Celestino Díaz Morán también habla de esta vertiente del problema, al ser secretario de la asociación de empresarios del Camino Primitivo. “Cuando vuelva a haber peregrinos, con el tráfico que hay ahora mismo por La Espina, no sé qué va a pasar ni cómo se va a gestionar”, advierte en referencia a que un tramo del Camino de Santiago discurre precisamente por esa carretera ahora congestionada. “Ya hubo algún herido por saltar para esquivar un camión. No hay arcén ni nada. Y con todo este tráfico puede pasar cualquier cosa”, señala quien es además concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Salas.

Y como edil también tiene algo que decir respecto a la situación del Suroccidente. “Antepongo los intereses de mis vecinos y ciudadanos a los del partido, y me parece que, por ejemplo, la gestión del tema del Puente de La Barrosa no es la adecuada: no podemos permitirnos otro verano con ese paso cerrado, ni otro invierno, aunque este ya se da por perdido”, argumenta Díaz Morán, que recalca que “en el puente de La Barrosa no hay un problema de seguridad sino de una obra que habría que acelerar dado que tenía que estar abierto ya a marchas forzadas”.

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