El cierre del ocio nocturno no arredró a muchos jóvenes, que decidieron celebrar la entrada en el nuevo año con varios macrobotellones, el más numeroso de los cuales se registró en el parque de Invierno de Oviedo. Allí se congregaron hasta un millar de jóvenes, con DJ y altavoces, lo que provocó que algunos vecinos pusiesen el grito en el cielo ante la imposibilidad de conciliar el sueño. Hubo quién remarcó lo injusto de esas reuniones masivas, mientras el ocio nocturno permanecía cerrado por decreto. El macrobotellón del parque de Invierno fue estrechamente vigilado por los agentes de la Policía Nacional y la Policía Local, y aunque se produjo un conato de enfrentamiento, la noche se saldó finalmente sin incidentes ni identificados. A las siete y media de la mañana, quedaban en este punto unas 80 personas. Fuentes policiales indicaron que se trató de una noche “tranquila”, más incluso de lo habitual.
En Oviedo también hubo otro botellón en el parque San Francisco, aunque con muchos menos participantes. También en Gijón hubo una gran botellón, desalojado por la Policía Local en el auditorio del Cerro de Santa Catalina.
También fue tranquila la bienvenida al 2022 en Avilés. Un macrobotellón en el parque del Carbayedo, con unas 500 personas, y un accidente de tráfico con heridos leves fueron las mayores incidencias. “Fue una noche de absoluta tranquilidad y sin intervenciones relevantes”, resumió Rafael Ángel Rodríguez, comisario jefe de la Policía Local. Sobre el botellón del Carbayedo, dijo: “Seguro que habrá causado alguna molestia a hosteleros de la zona o a algún vecino. Les pedimos disculpas, pero son situaciones que no van más allá de eso. Cuando el número de personas ya era manejable, unas 50, sobre las ocho de la mañana, se les desalojó sin incidentes”.
También recibieron en la jefatura de la calle José Cueto una llamada vecinal por otro botellón en la plaza de Hermanos Orbón, pero “con menos gente y que acabó antes”, y otra por presencia de jóvenes consumiendo alcohol en el parque de María Zambrano, pero “cuando llegaron los agentes ya no había nada”.
“Quiero destacar la responsabilidad de la gente joven. Durante tantas horas, y con alcohol por el medio, no hubo ningún incidente. Y también la de los hosteleros avilesinos. De los ocho locales de referencia de ocio nocturno, no abrió ninguno y los establecimientos no prolongaron la apertura más allá de la hora permitida”, subrayó.
En cuanto a la siniestralidad, se produjo una colisión frontal en la arteria del puerto, a la altura del Centro Niemeyer, con heridos leves. Los agentes creen que se produjo por circular bajo los efectos del alcohol. “También hubo unas quince llamadas por fiestas en domicilios, lo normal por estas fechas”, concluyó Rodríguez.