El uso de mascarillas al aire libre ya no es obligatorio, pero en las calles asturianas la mayoría optan por seguir usando la medida de protección. Es el caso, por ejemplo, de Natalia Rodríguez y Ana Torre que, durante su paseo por Sama de Langreo, sólo se la quitarán "de vez en cuando". “De momento la llevamos, mañana ya veremos”, aseguran. Quienes optan por quitársela, buscan recuperar la sensación de libertad. "Sólo por poder respirar ya es un alivio. Cuando era obligatoria, me la quitaba nada más que podía para respirar ya ahora es un alivio poder hacerlo sin problema", comenta Camino Suárez, que disfruta del aire fresco en la cara en la ovetense plaza de la Gesta. Su conclusión: "No se ve a mucha gente sin mascarillas; pero las personas mayores lo llevan a rajatabla".