Desayunar en El Casino de Cornellana (Salas) y tomar el pincho a media mañana en el bar de Puente Quizanas (Pravia). Son dos tradiciones muy antiguas ligadas a la pesca del salmón pero que perviven a orillas del Narcea. Al pie del cañón estuvo en El Casino bien temprano su dueña, Ana Menéndez, quien recordó cómo antaño recibía en su bar las llamadas de los que querían comprar el campanu, tanto de Asturias como de fuera. Ahora las cosas han cambiado respecto a la puja del salmón, más organizada (con dos horarios fijados) y declarada de interés turístico regional.

Pescadores, tomando un tentempié, este domingo, en el bar de Puente Quinzanas junto al Narcea. Mariola Riera

Pero hay cosas que no han cambiado, como los hábitos de los pescadores, ribereños y todos los que se acercan hasta Salas, Pravia y el vecino Belmonte para disfrutar de la apertura de la temporada y el resto de días de pesca de aquí al 15 de julio que vuelve la veda. Típico de toda la vida ha sido desayunar bien temprano en El Casino de Cornellana, toda una institución en la localidad, que ahora cuenta con otros nuevos establecimientos alrededor, en la travesía, también muy populares. El pincho a media mañana es un clásico en Puente Quinzanas, en cuyo bar con amplia terraza muchos dan cuenta también de lo que llevan en sus tarteras de casa para reponer fuerzas y continuar con la jornada pesquera.

A lo largo de todo el corredor del Narcea hasta Belmonte son numerosos los establecimientos asociados a la pesca del salmón, muchos históricos y con décadas de trayectoria. Cada ribereño tiene el suyo preferido. Algo que demuestra que la actividad es también un importante impulso para el sector hostelero en la comarca.