Alberto Asprón, el ganadero de Onís que fue testigo del accidente en el que murió una holandesa de 28 años al precipitarse con su furgoneta camperizada por una pendiente pronunciada, en la pista que va de Demués a Soñín, unos cien metros después del collaú Lincós, ha relatado cómo se produjo el siniestro. "Iba con el ganado, le di paso y me dijo adiós", ha asegurado Asprón. "Más adelante se paró. Vi con los prismáticos que, al dar marcha atrás, la furgoneta se salió de atrás y cayó", ha añadido.
La furgoneta rodó a lo largo de unos 300 metros, casi desintegrándose durante las interminables vueltas de campana. Asprón subió a toda prisa hasta el lugar donde se había producido la desgracia. Tras recorrer el lugar del accidente encontró a la joven muy malherida y llamó al 112. Había salido despedida de la furgoneta, una Fiat Ducato Camper. Poco después llegaban los equipos de rescate, que se llevaron en helicóptero a la herida, aunque murió durante el traslado, tan graves eran las lesiones que había sufrido. "Es una pista peligrosa para subir con estos vehículos", opinó este ganadero, muy afectado por el accidente del que ha sido testigo.
Los equipos de rescate, integrados por el Grupo de Rescate del SEPA, la Unidad de Drones, el Greim de la Guardia Civil y los Bomberos con base en el parque de Cangas de Onís, siguieron buscando a la lo largo de la mañana en la zona, ya que entre los restos de la furgoneta se encontró la documentación de una segunda persona, aunque llegaron a la conclusión de que no se encontraba en el interior de la misma. Tras completar el rastreo, abandonaron la zona.
El accidente se produjo poco después de las nueve de la mañana. La joven fallecida había pernoctado en la zona de la iglesia de Demués. Por el trayecto realizado, parecía pretender llegar al lago Enol a través de la pista, que ha sido arreglada recientemente por los ganaderos entre Demués y Soñín.
El cadáver de la joven ha sido trasladado al Intituto de Medicina Legal, con el fin de que se le practique la autopsia.
