“La gestión en materia ferroviaria es nefasta. No hay más que transbordos y supresiones”, manifestó esta mañana el sindicalista Diego Sánchez, durante el viaje reivindicativo por la cornisa cantábrica protagonizado por varias decenas de usuarios de la red de ancho métrico (antigua Feve). Exigen inversiones, tanto en la infraestructura como en material rodante, y que se dote a Feve del personal necesario para que ofrezca un servicio adecuado a los usuarios.
La propia movilización, que hoy llegó a Asturias, fue el ejemplo perfecto de los males que aquejan al ferrocarril, en especial a la red de Feve: el tren con los manifestantes no salió a las 19.34 horas de Bilbao como estaba previsto, pues el servicio se canceló. Los participantes en la movilización tuvieron que esperar al siguiente tren. No acabaron ahí las incidencias: en la estación vizcaína de Artxube el tren se detuvo y los viajeros sufrieron un transbordo en autobús hasta la localidad de Carranza, también el Vizcaya. Todo ello implicó un retraso de 50 minutos sobre el horario previsto al llegar a Santander.
La marcha reivindicativa, convocada por CGT y las plataformas ciudadanas en defensa del tren del norte peninsular, fue respaldada por colectivos como la Asociación de Usuarios de Renfe Feve España y la Asociación para el Fomento del Ferrocarril Convencional y la Movilidad (Affecom). Llegó a Llanes en la tarde del viernes, y hoy pasó por Oviedo, Gijón y Avilés, cerrando el recorrido en Vegadeo, en cuya Casa de Cultura se celebró una charla. La protesta finaliza hoy en Ferrol.
Los manifestantes abogan por un ferrocarril “público, social, ecológico, eficiente y sostenible”, que debe ser “vertebrador del territorio y verdadero motor de la economía y de la actividad productiva” de la cornisa cantábrica, especialmente en las zonas rurales. “A estos criterios deberían responder la planificación y debates sobre transporte y movilidad en todos los ámbito”, señalan los convocantes, que critican las “décadas de abandono” que ha sufrido el ferrocarril convencional, el creciente “deterioro del servicio”, y las “irresponsables políticas y propuestas del Ministerio de Transportes, entre las que citan el Plan Español Ferroviario 2021-2026 y el anteproyecto de ley de Movilidad Sostenible, frente a los que muestran su rechazo.
