El secretario general de la FSA, Adrián Barbón, volverá a ser candidato autonómico del PSOE en las elecciones del próximo año y aspirará a revalidar la presidencia del Principado. Barbón ya ha comunicado esa decisión a su entorno más próximo y la anunciará de manera oficial después del verano. Que Barbón sería el candidato socialista podría parecer obvio, pero la decisión ha de ser expresada por él mismo. En las últimas semanas en medios políticos se especulaba con la posibilidad de que Barbón fuese opción para ocupar alguna cartera ministerial si Pedro Sánchez ejecuta remodelaciones en su Gobierno, como se da por hecho en especial tras el resultado de las elecciones andaluzas. La constatación de que Barbón liga su futuro político al Principado los próximos cuatro años frena en seco esas especulaciones.
Los motivos por los que Barbón optará a la reelección, no obstante, tienen que ver con el proyecto con el que concurrió a las autonómicas de 2019. Fuentes próximas al Presidente del Principado señalaron que el líder socialista quiere "continuar desarrollando el proyecto de transformación de Asturias durante los próximos cuatro años, a partir de las elecciones de 2023". La decisión está tomada, aunque Barbón quiere anunciarla públicamente tras el verano.
Basta escuchar en los últimos meses los discursos oficiales del Presidente para conocer sus razones y argumentos. Primero, el máximo responsable de la FSA ha impulsado un proceso para "reforzar el perfil del PSOE asturiano como el partido de Asturias, y el que mejor representa los intereses de la comunidad autónoma", indicaron fuentes socialistas. Barbón también ha recalcado, en especial tras las elecciones autonómicas andaluzas, que "los tiempos de enormes incertidumbres y dificultades para las familias y las empresas conllevan una apuesta por la estabilidad política". Esta misma semana, en la reunión de la Ejecutiva de la FSA, Barbón expresó la idea de "las tres E" como eslogan: "Estabilidad, experiencia y esperanza": una estabilidad fundamentada en la solidez del gobierno "gracias a los acuerdos y diálogo como se ha visto en esta legislatura", la experiencia de cuatro años en ejercicio y esperanza "para apostar por la audacia que permita transformar y construir la nueva Asturias". Esta misma semana, Barbón planteó al partido iniciar un proceso de debate y diálogo social para marcar las líneas "de cómo será Asturias en 2030", fijando así un horizonte político que va incluso más allá de la próxima legislatura.
Más razones sustentan el argumento que el secretario general de la FSA. Aunque considera que en esta legislatura se han impulsado medidas relevantes para Asturias, muchos proyectos no culminan en 2022, sino que deben tener continuidad en la próxima legislatura: por ejemplo, aunque la inauguración de la Alta Velocidad con Madrid coincidirá con el fin del presente mandato, su puesta en servicio debería a ojos del Gobierno debería ser un pilar para impulsar el turismo y la actividad económica en Asturias. Entre los hitos que la FSA sitúa ya asentados están el acuerdo para la transformación verde de Arcelor, las medidas para consolidar el Estado de Bienestar asturiano, las iniciativas legislativas en la "guerra a la burocracia" declarada por el Gobierno, la llegada de nuevos proyectos empresariales, la mejora de los datos de empleo, además de la apuesta por sectores como la Ciencia, el sector naval, el turismo o el sector agroalimentario. También resalta el Ejecutivo en su balance la mejora de la conectividad aérea o las medidas para incrementar la protección de los mayores. Muchas de estas iniciativas, más aún con la llegada de los fondos europeos de recuperación, han pesado para que Adrián Barbón despeje, al menos ante su entorno político, cualquier duda: volverá a ser candidato a la presidencia del Principado en 2023.
