La Fiscalía de Gijón solicita penas que suman 9 años de prisión y destierro de Asturias durante 10 años para un gijonés, Rafael H. E., por intentar matar a su pareja en Gijón en 2020, después de que ella le dijera que quería romper la relación. La vista oral está señalada mañana, 5 de julio, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo.

El Ministerio Fiscal sostiene que el procesado (1952) mantenía una relación sentimental con la víctima, de 63 años, desde hacía cuatro décadas. Convivían juntos en el piso, propiedad de ella, en Gijón. A finales de agosto o principios de septiembre de 2020, la mujer le comunicó que ya no quería continuar conviviendo con él y que debía de abandonar la vivienda, acordando que el día 16 de septiembre de 2020, el procesado realizaría la mudanza para trasladarse.

El procesado, que no asumió la decisión de la mujer de poner fin a la relación y a la convivencia, el 16 de septiembre de 2020, sobre las 6,40 horas, cuando la mujer se encontraba en la cama, entró en la habitación y, sin decirle nada y con ánimo de acabar con su vida, la agarró del pelo, tirando de su cabeza hacia atrás. A continuación, la cogió con fuerza del cuello y, con la otra mano, en la que portaba un cuchillo de cocina de unos 15 centímetros de hoja, comenzó a asestarle cuchilladas dirigidas a la zona del cuello, pecho y abdomen. Ella interpuso sus brazos para defenderse, al tiempo que le decía: “Qué haces, me vas a matar”. Como consecuencia de la agresión, la hoja del cuchillo que llevaba el procesado se rompió, así que lo tiró al suelo y abandonó la habitación para dirigirse a la cocina, donde cogió otro, esta vez de sierra, con una hoja de unos 20 centímetros.

La mujer intentó entonces abandonar el domicilio, dirigiéndose hacia la puerta, aunque fue alcanzada por el procesado, que le asestó nuevas cuchilladas a los brazos y en la cabeza. Ya en el rellano, mientras ella pedía auxilio a gritos a sus vecinos, el procesado consiguió arrinconarla contra la pared y continuó asestándole cuchilladas, cayendo ella al suelo. Tras oír sus gritos, un vecino salió al descansillo y, al ver lo que ocurría, intentó inmovilizar al procesado, ayudado por el hermano de la mujer, que también residía en el inmueble y había oído los gritos de auxilio. Entre ambos consiguieron quitarle el cuchillo y sujetarlo hasta la llegada de la Policía, a pesar de que el procesado continuaba forcejeando con ellos y lanzándoles golpes.

Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió hematoma submentoniano izquierdo de cuatro centímetros de diámetro, eritema redondeado en región cervical central, herida en cuero cabelludo, heridas incisas en hombro, raíz del brazo izquierdo en número de cuatro, de unos dos o tres centímetros, herida incisa, profunda en región cubital de antebrazo izquierdo de unos diez centímetros, herida incisa de unos tres centímetros paralelamente superior a la anterior, erosiones lineales en región abdominal, hematoma en tercer dedo del pie izquierdo y fractura del 5º y 6º arcos costales derechos, que requirieron para su curación, además de una primera asistencia, tratamiento médico quirúrgico consistente en sutura de heridas. Invirtió en su curación 50 días. Le restan como secuelas cuatro cicatrices de unos dos o tres centímetros en región superior del brazo izquierdo y hombro, cicatriz en región cubital de antebrazo izquierdo de unos ocho centímetros, cicatriz de unos tres centímetros paralela a la anterior y cicatriz puntiforme en región abdominal derecho.

Los gastos generados al Sespa por la asistencia médica prestada ascendieron a 185 euros. Además, el hermano sufrió hematoma a nivel de brazo izquierdo en la cara anterointerna del mismo desde la raíz de la axila hasta la muñeca, bursitis olecraneana izquierda y contractura lumbar y en cadera izquierda, que requirió para su sanidad, además de una primera asistencia, tratamiento médico consistente en tratamiento fisioterapéutico. Invirtió en su sanidad 40 días. Los gastos generados a ascendieron a 1.979,50 euros, cubiertos por la compañía aseguradora.

El procesado se encuentra en prisión provisional por estos hechos desde el 18 de septiembre de 2020. La Fiscalía considera que los hechos narrados son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa. Concurre la agravante de parentesco, así como la de desprecio de género, respecto del delito de tentativa de homicidio.

Y solicita que se condene al procesado a 8 años de prisión. Además, a la prohibición de acercarse a la victima y su domicilio a menos de 500 metros, y de comunicarse con ella por cualquier medio, durante 10 años y la prohibición de residir en la comunidad autónoma del Principado de Asturias durante el mismo tiempo. Interesa se acuerde la medida de libertad vigilada con posterioridad al cumplimiento de la pena privativa de libertad. Solicita también que se condene al procesado a 1 año de prisión e inhabilitación para el ejercicio de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena por el delito de lesiones. Asimismo, a la prohibición de acercarse al hermano y su domicilio a menos de 500 metros, así como de comunicarse con él por cualquier medio durante 3 años.

En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el procesado indemnice a la mujer en 2.400 euros por las lesiones, 2.000 euros por las secuelas y 10.000 euros por los daños morales; a su hermano, con 2.000 euros por las lesiones; al Sespa, con 185 euros por los gastos médicos y a la entidad aseguradora, con 1.979,50 euros por los gastos médicos generados, todo ello más los intereses legales correspondientes.