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Concurso de escanciado, mercadillo y mucha fiesta: así se vive el Día de Asturias en Corvera

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Día de Asturias

Corvera, más asturiana y joven que nunca

Las nuevas generaciones se suman y toman el relevo en la fiesta, con otro llenazo en el concejo 35 años después

Corvera fue este jueves 8 de septiembre más de Asturias que nunca por ser el escenario de la programación de la fiesta regional. Además, lo fue en una fecha redonda: a los 35 años de haberlo sido por primera vez en 1987, un año que se recuerda de forma especial por ser la primera gran fiesta multitudinaria, después de resultar empañadas las tres primeras convocatorias por diferentes motivos.

A buen seguro que muchos de los que pasearon este año por el prado de la fiesta y el parque de Europa ya estuvieron también en 1987 y formaron parte de esa "inmensa marea humana que algunos estimaron en 50.000 personas", como describió en un artículo en este periódico el entonces presidente regional Pedro de Silva, quien respiró aliviado al ver el indiscutible éxito de público de la cita, mérito en gran parte del concierto que dio entonces el célebre Franco Batiatto. Pese a estar retirado ahora de la política y entregado a la escritura, podría De Silva haber regresado este 8 de septiembre también a Corvera y haber vuelto a alegrarse y a respirar aliviado.

Porque la fiesta de todos los asturianos mantiene su buena salud y, lo que es más importante, tiene relevo. Quizás ya algo mayores los que hace 35 años danzaron con Battiato en Corvera, ahí están las nuevas generaciones dispuestas a tirar del Día de Asturias. Así se percibió desde primera hora de este jueves por Trasona, Cancienes, Los Campos, Las Vegas y el resto de enclaves por los que se repartió la programación.

Abril Fernández, con sus padres, Miguel y Rosalina. | María Fuentes

El mejor ejemplo, el del pequeño Manuel Ceniza Pérez, de 3 años, quien se plantó en Las Vegas bien temprano con su traje de asturiano, en el que no faltaban la montera picona y una gaita de complementos. "Le encanta vestirse, ya van varias fiestas este verano", explicó su madre Patricia, quien echó de menos, quizás, algún niño más con el atuendo tradicional. La familia se trasladó a Corvera desde Gijón a pasar el día. "¿Que por qué? Pues porque somos asturianos y es el Día de Asturias. Nos sobran los motivos", resumió la orgullosa mamá, muy pendiente de que su inquieto hijo bajara con cuidado del hórreo de El Llar de Las Vegas, que estaba este a media mañana ya bien lleno de familias y grupos de amigos dispuestos a exprimir una jornada que se presentaba calurosa, más bien bochornosa y amenazante de lluvia.

Buen escenario el de El Llar para un Día de Asturias en el que no faltaron los juegos tradicionales. "Son los que jugábamos de guajes", describía José Álvarez "Pola", presidente de la asociación de deporte rural "6 Conceyos", al frente de un recinto en el que los guajes actuales también se hicieron notar y en buen número. "Los de ahora van también por modas, como íbamos nosotros. Entonces llegaba uno con la peonza y jugábamos todos. Ahora, llega uno con un aparato electrónico y lo quieren todos", dijo Pola, contento por la cola de críos que tenía delante para participar en la pesca de la botella o de los peces de madera. "Vienen muchos mayores un poco nostálgicos, que recuerdan su infancia, pero tenemos muchos niños también, ¿eh? Basta verlo aquí. Y cuando vamos por los colegios, es todo un éxito". A los colegios volverán precisamente los niños asturianos en unos días. Pero mientras la fecha llega, el Día de Asturias fue elegido por muchas familias para que los pequeños apurasen las últimas horas de un verano de juegos y sin responsabilidades. En el carrusel de madera, como los de antes, pintado con bonitos colores, hubo también cola durante toda la jornada. El holandés Noldy hizo mucho ejercicio: la atracción giraba a medida que él le daba a los pedales de una bicicleta.

Joaquín Pajarón, actuando. | María Fuentes

Y ya puestos a hablar de la savia nueva del Día de Asturias, hubo algún niño que, de alguna manera, se puede decir que tiene su germen un 8 de septiembre. Más bien una niña, Abril Fernández. Con 7 meses se estrenó en la fiesta, muy cerca de su casa de Las Vegas. Miguel y Rosalina son sus padres, quienes se comprometieron precisamente el día de la fiesta regional hace cuatro años. "Vinimos a celebrarlo, a recordar algo tan especial y a disfrutar con Abril", explicó feliz la madre.

Tenían por delante un largo día de diversión y, por supuesto, mucha asturianía. De teñir el recinto de azul se encargaron los miembros de la Federación de Deporte Adaptado de Asturias, contentos por la buena venta de sus camisetas, pañuelos, vasos de sidra –con un bonito diseño de Adriana Pérez– y pegatinas con lo que sufragan sus actividades.

La folixa, la música y el baile llegarían ya bien entrada la tarde y por la noche, cuando esos niños que madrugaron por el Día de Asturias ya estaban agotados en sus camas. Fue entonces el turno de sus mayores, esos mismos a los que hace 35 años vio danzar Franco Batiatto por el prado de la fiesta de Corvera. En esta ocasión les tocó hacerlo al compás de Anabel Santiago y "Les Pandereteres", de Pipo Prendes y Chus Pedro, de los incombustibles "Berrones" y, ya para rematar, de la orquesta "Waykas". Antes hubo también muchas risas gracias al buen hacer de Joaquín Pajarón.

Ya en torno a la medianoche, los fuegos artificiales iluminaron y llenaron de color el cielo de Corvera y de todo Asturias, más joven y más asturiana si cabe que nunca.

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