La intervención de la portavoz del PSOE en la Junta, Dolores Carcedo, en el debate de orientación, tiene cierta semejanza a la del "coche escoba" ("Voiture balai", como lo acuñó Henri Desgrange): recoge a los que han sufrido "pájara" paralamentaria, pone fin a la larga fiesta (unas nueve horas de hemiciclo). Y de paso, reparte mandobles por doquier porque poco va a reprocharle al Presidente.
"Hay una gran diferencia entre quienes tienen cosas que decir y quienes dicen cosas", enunció Carcedo, quien además afirmó que "quienes dicen cosas, dicen las mismas previsibles palabras y lugares comunes que hace años". La portavoz socialista reclamó tener en cuenta el "contexto", algo que, dijo, muchos lvidan a la hora de comparar datos, años, cifras o territorios. "¿Afecta igual la crisis sanitaria a una población envejecida que a una más joven? ¿Afecta igual la crsis energética a una comunidad industrial que a otra que no lo es? ¿Es lo mismo ser la capital que no?", señaló Carcedo.
Reprochó al PP que afee a Barbón hacer seguidismo "cuando el PP de Asturias nunca dijo ni mú ante Madrid, porque ya se sabe quién nombra candidatos", calificó de "crepuscular" el discurso de Ciudadanos, reprochó a Foro la falta de memoria cuando el gobierno de Cascos "llevó a esta comunidad al mayor déficit de su historia", espetó a Podemos que los socialistas "no necesitamos ninguna evaluación externa que nos califique como partido de izquierdas", cuestionó los recelos de IU a la ley de Calidad Ambienta y, en fin, a Ignacio Blanco , de Vox, le criticó su ersistencia en la "comedia infinita" y en un discurso "viejuno que hoy ha sido bajuno".