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Asturias registró el segundo verano más cálido desde 1961

La región anotó temperaturas superiores a los 40 grados en Mieres, Amieva, Piloña y Lena, y rachas de viento de 106 km/h en Leitariegos

Un termómetro marca 38 grados en la calle Manuel Llaneza de Mieres, el pasado 11 de agosto. | A. Velasco

Asturias va camino de alcanzar temperaturas propias del Mediterráneo. El verano meteorológico (del 1 de junio al 31 de agosto) de este año ha sido el segundo más cálido desde 1961, según las cuentas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Solo el de 2003 registró una temperatura media dos décimas superior. Se llegaron a superar los 40 grados centígrados en varias localidades y se registraron rachas de viento de más de 100 kilómetros por hora. El de este año ha sido, además, un verano muy húmedo, pese a lo cual ha habido déficit de humedad en el Occidente, en la Cordillera Cantábrica y en el Oriente.

El resumen del año meteorológico fue desvelado ayer por el delegado territorial de la Aemet en Asturias, Ángel J. Gómez Peláez. La temperatura media se situó durante el trimestre veraniego en 18,5 grados, lo que supone 1,3 grados por encima de la media y a solo dos décimas de la registrada en 2003, año que aún mantiene por ello el récord. Para poner en contexto esos 18,5 grados basta recordar que en el verano del año pasado ni siquiera se alcanzaron los 17 grados de media. Una ola de calor temprana, a mediados de junio, y otra a mediados de julio –intensa y prolongada– marcaron el carácter del verano.

El análisis por meses revela que junio fue un mes muy cálido y muy húmedo. Se registró una temperatura media de 16,5 grados, casi un grado por encima de lo habitual en los últimos treinta años, y se contabilizaron abundantes tormentas. Todo ello implicó que fuera un 39 por ciento más húmedo de lo habitual en junio.

Julio fue un mes "extremadamente cálido, extremadamente seco y muy soleado", según la Aemet. Se alcanzó una temperatura media de 19,7 grados, lo que supone casi 2 grados más de lo habitual. En cuanto a las precipitaciones, julio fue "extremadamente seco", pues llovió un 64 por ciento menos de lo habitual.

Agosto fue muy cálido, ya que la temperatura media se elevó hasta 19,4 grados, lo que supone 1,3 grados por encima de la media de los tres últimos decenios. Fue asimismo un mes poco soleado y húmedo, un 10 por ciento más de lo normal en este último aspecto.

En conjunto, el verano de este año fue el vigésimo más húmedo desde 1961 (solo un 1 por ciento más de lo habitual), con la precipitación concentrada a lo largo del mes de junio, y un importante episodio de tormentas a mediados de agosto.

En cuanto a datos concretos, la temperatura máxima del verano se alcanzó el 17 de julio: 41,4 grados en Mieres. Ese día también se superaron los 40 grados en Cañizales (Amieva), Bargaéu (Piloña), Ronzón (Lena) y Soto de la Barca (Tineo), por la llegada a Asturias de aire sahariano. En cuanto a la mínima, fue de 1,5 grados, en Leitariegos, el 27 de junio. La mayor precipitación del verano se registró en la estación de esquí de Valgrande-Pajares, 46 litros por metro cuadrado, el 3 de julio. La mayor precipitación acumulada, el 17 de junio, alcanzó los 44.2 litros por metro cuadrado en Oneta (Villayón).

La mayor racha de viento del verano se anoto en Asturias el 16 de junio. Fue en Leitariegos (Cangas del Narcea): 106 kilómetros por hora. Ese día también se alcanzaron los 102 kilómetros por hora en Linares (Ibias).

Por lo que se refiere a lo que va de año, los tres trimestres han sido muy cálidos. De hecho, el período enero-agosto de este año es el segundo más cálido del último medio siglo. En cuanto al reparto de las precipitaciones, en lo que va de año fue muy desigual en Asturias, pues hubo déficit en el Occidente, la Cordillera Cantábrica y el Oriente, y superávit en zona el Centro. Los mapas elaborados por la Aemet y hechos públicos ayer muestran, por un lado, lo poco que ha llovido desde el 15 de diciembre de 2021; y por otro, que solo las abundantes precipitaciones de la última decena de noviembre de 2021 y la primera de diciembre de ese mismo año salvan el carácter pluviométrico de los últimos doce meses.

En cuanto a las previsiones para el otoño meteorológico (del 1 de septiembre al 30 de noviembre) en Asturias, el escenario cálido es el más probable (50 por ciento); mientras que el normal (30 por ciento) y el frío (20 por ciento) tienen menor probabilidad. En cuanto a precipitaciones, es más probable el escenario seco (50 por ciento); mientras que el normal (30 por ciento) y el húmedo (20 por ciento) tienen menores probabilidades.

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