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Calviño exige a Feijóo que "ponga orden" en la "política de saldos fiscales" de las comunidades del PP

La vicepresidente económica asegura en Oviedo que la regasificadora de El Musel será "clave" en el desafío energético

Nadia Calviño y Adrián Barbón, esta mañana, en Oviedo.

La puesta en marcha de la regasificadora de El Musel (Gijón) puede convertir a Asturias en “uno de los elementos clave” en el desafío que afrontan España y Europa a la hora de diversificar sus fuentes de energía. Así se ha pronunciado esta mañana en Oviedo la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, quien ha subrayado las dificultades que impone el “chantaje energético” impulsado por el presidente ruso Vladimir Putin.

En una conferencia de prensa que ha ofrecido con el presidente del Principado, ambos dirigentes socialistas han cargado en varias ocasiones contra los gobiernos autonómicos del PP (principalmente los de Andalucía y la Comunidad de Madrid) que están impulsando bajadas de impuestos. “Esta competencia a la baja supone desmantelar el Estado del bienestar y aplicar recortes en educación y sanidad”, ha argumentado la vicepresidenta. Calviño fue más allá al indicar que Madrid y Andalucía están situadas “a la cola” de España en los epígrafes de gasto “en sanidad y educación”.

En esta misma línea, la vicepresidenta ha exigido, en evidente alusión al presidente popular Alberto Núñez Feijoo, que “alguien ponga orden en esta política de saldos entre las comunidades lideradas por el PP".

Adrián Barbón no se ha quedado atrás en la ofensiva contra la retirada del impuesto del patrimonio anunciada por algunos gobiernos populares. En su argumentación empleó la expresión “impuesto a los millonarios”, es decir, “a las personas que tienen más de un millón de euros”. El presidente asturiano propuso “una reflexionen sobre la justicia” de suprimir una norma que implica que “una persona que tiene un patrimonio de un millón de euros y cuya primera vivienda tenga un valor de 100.000 euros pague al año un impuesto de 298 euros”.

Calviño eludió responder a la pregunta de por qué hace tres meses el PSOE rechazó en el Congreso de los Diputados una propuesta de Podemos de implantar un impuesto para las grandes fortunas. Y Barbón argumentó que él estaba hablando únicamente del impuesto de patrimonio, el cual -dijo- “no tiene nada que ver” con la citada votación previa.

En la reunión que mantuvieron antes de comparecer ante los medios, Barbón reclamó a Calviño tres medidas: acelerar la descarbonización de Arcelor, un incremento de los fondos europeos destinados a la industria agroalimentaria (que considera decisivos para impulsar al medio rural asturiano) y poner en marcha un programa específico de ayudas (un PERTE) para la descarbonización de la industria. La vicepresidenta respondió que este tercer epígrafe ya lo tiene en marcha el Ministerio de Industria.

La titular de Asuntos Económicos destacó que Asturias “es una de las comunidades que está ejecutando con más celeridad” los proyectos con fondos europeos de recuperación. Nadia Calviño pasó de puntillas por los despidos colectivos anunciados por la empresa asturiana Duro Felguera tras recibir una fuerte ayuda estatal. La vicepresidenta se limitó a señalar que los objetivos del Gobierno central son “proteger y reforzar la competitividad de Duro Felguera” y promover “un empleo de calidad mirando al futuro”.

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