"Todo en orden, para nosotros es muy poca nieve", señalaba este sábado el alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández Fervienza, después de la primera gran nevada de este otoño en el que se ha hecho de rogar. Acostumbrados como están en los pueblos del Parque Natural, por encima de 1.000 metros, a abundantes mantos blancos, sus vecinos, en su mayoría ganaderos, no tuvieron problemas de movilidad, ya que carreteras y caminos se despejaron fácilmente.
Con todo, Asturias amaneció este sábado con tres puertos –San Isidro, Tarna y Ventana– a los que para acceder fue necesario usar cadenas, si bien a medida que avanzó el día mejoró la situación. También fueron necesarias para subir a los Lagos de Covadonga, de Sotres (Cabrales) a Tresviso y a La Cubilla.
La poca nieve que cayó se irá o menguará posiblemente este domingo, que se prevé una subida de temperaturas y no se anuncian nevadas. No obstante, será una jornada más bien fría y nubosa, con lluvias generalizadas por todo el Principado.