Entrevista | Isidro González Caballero Físico de la Universidad de Oviedo, mejor científico asturiano

"No hemos encontrado aún la materia oscura, pero sabemos dónde no está; avanzamos"

"Mi puesto 11.º en el ranking nacional y el primero a nivel regional es reflejo de un grupo de científicos que funciona muy bien y que lleva años aportando al mayor acelerador de partículas"

Isidro González Caballero, ayer, en la Facultad de Ciencias. | Miki López

Isidro González Caballero, ayer, en la Facultad de Ciencias. | Miki López / M. G. Salas

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

–Según el último ranking elaborado por el CSIC está usted en el puesto número 11 nacional y es el científico asturiano con mayor producción...

–Es una alegría, pero me lo tomo con cierto pudor y prudencia. Se están comparando científicos de áreas diversas con culturas de publicación distintas. No se puede evaluar al peso. En mi campo, no voy a decir que es sencillo publicar, porque eso exige un trabajo de décadas y de hacerte valer, pero, al formar parte de grandes colaboraciones, el número de publicaciones es muy alto. Mi posición en el ranking es el reflejo de un grupo que funciona muy bien y que lleva más de 25 años trabajando en el experimento CMS y en otros anteriores. Todos mis compañeros son excelentes y hemos tenido la fortuna de tener estudiantes brillantes, muchos de ellos hoy ya doctores que están por el mundo.

Isidro González Caballero (León, 1972) es profesor titular de la Universidad de Oviedo e investigador del grupo de Física Experimental de Altas Energías, al que se incorporó en 2008. Estudió los primeros dos años de la carrera de Física en Asturias –de aquella, eran los únicos disponibles en Oviedo– y se licenció y doctoró en la Universidad de Cantabria. Su trayectoria investigadora comenzó en el 2000 como "fellow" (contrato postdoctoral) del CERN. En 2003 se incorporó al Instituto de Física de Cantabria hasta que cerró "el círculo", como dice, volviendo a la Universidad de Oviedo. Hoy es, según el CSIC, el científico asturiano con más citas y mayor índice h.

–¿Fue el Bosón de Higgs lo que hizo disparar la producción científica en su campo?

–Sin duda, el descubrimiento del Bosón de Higgs fue un hito excepcional. Pero el alto número de publicaciones está asociado a la puesta en marcha del LHC y, en nuestro caso, al detector CMS. Eso te da la posibilidad de hacer ciencia de frontera. El experimento es tan grande que desde el primer momento publicamos cien o más artículos al año. En todos ellos hay una parte nuestra, pero la mayor aportación de la Universidad de Oviedo está en todo lo relacionado con el Bosón de Higgs, la búsqueda de física más allá del modelo estándar o la partícula quark top.

–¿Qué es el detector CMS?

–Es uno de los cuatro grandes detectores de partículas que trabajan en el LHC. Voy un pasín antes: el LHC es un acelerador de partículas y, en concreto, acelera protones a la velocidad de la luz y los hace colisionar en cuatro puntos, transformando la energía que genera en nuevas partículas. Para verlas, se han construido cuatro grandes detectores, uno de ellos el CMS. Es como una cámara de fotos gigantesca: pesa 13.000 toneladas, es un cilindro de 20 kilómetros de longitud, tiene 15 o 16 metros de diámetro y está formado a su vez por millones de detectores. Si tenemos un poco de suerte, podremos ver que se ha producido un Bosón de Higgs o una partícula nueva de materia oscura, que es el santo grial de la física.

–Ahora su grupo trabaja en la actualización de ese detector. ¿Cuál es su papel en el proyecto?

–Nosotros nunca trabajamos en una sola cosa. El acelerador está funcionando. Bueno... estos días acaba de terminar y arrancará el próximo año en primavera. Es decir, seguimos recogiendo datos, teniendo que operar el detector, validar los resultados... Y al mismo tiempo, estamos pensando en la siguiente fase. En unos años pararemos de medir para hacer una gran actualización, ya que tendremos un acelerador de alta luminosidad. Esto significa que tendremos más datos por segundo y más radiación, con lo cual lo que teníamos hasta ahora no aguantará. Además, queremos abordar nuevos tipos de física que ahora no podemos hacer. Yo en particular estoy implicado en el "trigger" y en el "online software". El "trigger" es un sistema que permite identificar si una colisión es interesante o no. Y si es interesante, la guardamos, y si no, la descartamos, porque no podemos guardar todo. Se producen 40 millones de colisiones por segundo y no podemos guardar más de unas 2.000 o 3.000. Y el "online software" es el software que controla la electrónica de detección y en la que estamos en fase de diseño.

–¿Estas mejoras cuándo se tienen que implementar?

–En estos momentos, está previsto que el LHC de alta luminosidad empiece a funcionar en 2029. Tomaremos datos hasta 2025, y 2026, 2027 y 2028 haremos la gran actualización. El nuevo acelerador está previsto que funcione hasta 2040.

–¿Y luego qué?

–Ya estamos trabajando en ello, aunque no lo tenemos claro. No utilizaríamos el LHC, porque mejorarlo más es complicado y para poca ganancia. Así que la alternativa es hacer un acelerador más grande. Si LHC tiene 27 kilómetros de circunferencia, el que estamos pensando tendría 100.

–¿Tienen esperanzas de que la última actualización sirva para saber algo más de la materia oscura?

–Nos encantaría. Si seguimos adelante es porque creemos que hay posibilidades de encontrar el origen de la materia oscura. Pero en esto nunca hay garantías. El Higgs nos llevó 60 años. La materia oscura la conocemos desde hace bastante tiempo ya, pero no hemos sido capaces de medir nada que nos de una idea sobre qué características exactas tienen las partículas.

–¿Cuántos años llevamos sin avances?

–No hemos encontrado la materia oscura, pero sabemos dónde no está. Y eso es muchísima información. Vamos limitando y estamos trabajando constantemente. Así que en ese sentido, sí que tenemos avances. Pero el instrumento llega hasta donde llega. Es el más grande y el más potente que hemos construido, sin embargo, no tiene potencial infinito.

–¿La Universidad de Oviedo es puntera en física de partículas a nivel mundial?

–Yo creo que somos un grupo que tiene muy buena consideración tanto en el panorama nacional como internacional. Hay dos indicadores que lo demuestran: por un lado, que a Santiago Folgueras, miembro del grupo, le han dado una ERC (un contrato de 1,5 millones de la UE), y por otro, que en el último plan nacional fuimos el equipo mejor dotado económicamente de Asturias. Hoy en día, el grupo lo conformamos 14 personas entre investigadores senior y estudiantes.

–¿Atrae la física de partículas a los jóvenes?

–Hasta ahora no hemos tenido muchos problemas para atraerlos y eso nos han permitido crecer. De hecho, ahora hemos abierto un poco el abanico y ya no solo contratamos a físicos, sino también a ingenieros. Creo que somos un grupo que cuidamos a los jóvenes.

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