"Queremos ser dueños de nuestro futuro", dicen los opositores con discapacidad intelectual

Alberto Villavirán y Ana Isabel Rodríguez ya tienen plaza de funcionario, pero preparan el acceso a otros puestos para "seguir mejorando"

Alberto Villavirán y Ana Isabel Rodríguez

Alberto Villavirán y Ana Isabel Rodríguez / .

Alberto Villavirán Pérez es aficionado al cine, la música, los belenes y aprender. Este ovetense de 48 años y con discapacidad intelectual tiene las mismas ganas y fuerza para seguir opositando que cuando empezó. "Sería por el 2019, antes de la pandemia, cuando descubrí que existía la posibilidad de preparar unas oposiciones y me lancé de cabeza", cuenta Villavirán Pérez. Un viaje que no emprendió solo y que gracias a Plena Inclusión –asociación que representa tanto a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo como a sus familias– se le hizo más fácil y ameno.

A juicio de Villavirán Pérez su participación en los grupos de estudio fue una de las claves del éxito. "A mí siempre me ha gustado estudiar y acudir a las sesiones de aprendizaje es un incentivo más para seguir haciéndolo", expone el ovetense. Una vez por semana los aspirantes a alguna de las plazas de funcionario reservada para personas con discapacidad se reúnen y Carlos Gómez, técnico de inserción laboral de Plena Inclusión Asturias, aborda distintos puntos del temario pertinente. "Hacemos preparación para lavandería y planchado, auxiliar administrativo… según van surgiendo nos vamos adaptando", indica Gómez.

Y es que no se trata de una academia educativa al uso, sino de un servicio de grupos de estudio que ofrece Plena Inclusión Asturias para resolver dudas o incidir en aquellos aspectos que los asistentes soliciten. "Yo primero normalmente me preparo el temario en casa, lo leo, lo repaso y apunto las dudas para luego consultarlas con Carlos", puntualiza Villavirán Pérez. Es una tarea en la que invierte aproximadamente unas tres horas al día y que compagina con ayudar en casa, puesto que vive con su madre, y su trabajo, que desempeña por turnos. "Ahora estoy preparando las oposiciones de auxiliar administrativo, pero ya aprobé las del SESPA", expone. Un trabajo del que habla orgulloso y, al hacerlo, se le dibuja una gran sonrisa en la cara. "Mi trabajo es casi mi segunda casa, estoy muy contento con las labores y con los compañeros, pero quiero seguir mejorando", asegura el ovetense.

Sin dejar escapar ninguna oportunidad, ir a por todas también le ha reportado algún que otro disgusto. "En el primer examen que hice me quedé completamente en blanco, luego descubrí que solo me hacía falta tomar un minuto o dos para relajarme, reflexionar y afrontar el reto tranquilo, de ahí en adelante fue todo rodado", rememora Villavirán Pérez. Y aún hay más: "de aquí salimos siendo mejores como personas y como trabajadores", opina el opositor ovetense sobre el apoyo que recibe, al tiempo que lanza un mensaje de ánimo y autosuperación a todo el que quiera escucharle "si quieres y le pones ganas, sacas tiempo de donde sea, no valen las excusas".

Contra los pretextos se posiciona también Ana Isabel Rodríguez, con síndrome de Down y que ya aprobó unas oposiciones hace dos años para un puesto de lavandería y planchado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Ahora, está preparando otras para cambiar de puesto, porque "aunque hay quienes lo encuentren raro me gusta mucho estudiar y se me da bien", explica. Ello, sumado al apoyo de sus familiares la ha animado a presentarse en la última convocatoria de plazas públicas del Principado para personas con discapacidad intelectual, una oportunidad que ella traduce en impulso para seguir mejorando. "Actualmente estoy preparando las de ordenanza porque quiero tener un horario más estable con el que poder organizarme. Ahora trabajo a turnos un poco locos que van cambiando, por la mañana o por la tarde, y preferiría que no fuesen tan inestables", cuenta Rodríguez.

Aquí la opositora ovetense coincide con su compañero y conciudadano en que un apoyo clave para lograrlo ha sido el grupo de estudio de Plena Inclusión Asturias. Y precisamente fue gracias a Carlos Gómez, la razón por la que Rodríguez se enteró de estas nuevas oportunidades que le abren la puerta a un porvenir laboral propio. "Quiero ser dueña de mi futuro y poder elegir", explica. Y es que a sus 32 años Ana Isabel Rodríguez se define como una persona activa y con muchas ganas de trabajar. "Suelo madrugar para poder estudiar un rato antes de entrar a trabajar", cuenta. Una tarea en la que invierte "más o menos dos horas al día", porque además de para estudiar y trabajar, durante las 24 horas que dura la rotación de la tierra sobre su propio eje también hay tiempo para hobbies: "Me gusta mucho quedar con amigos para tomar algo, pasear o ir al cine, me lo paso muy bien y me ayuda a despejar después de un día ajetreado", cuenta Rodríguez.

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