Yolanda alonso Concejala de Educación

Juan C. GALÁN

Yolanda Alonso cuenta las horas para que lleguen las vacaciones de verano. La edil socialista acaba de rematar su primer curso al frente de la concejalía de Educación. Diez meses que Alonso puntúa con nota alta, con la TIA como mascarón de proa de un proyecto que trasciende del mero trabajo en las aulas. La concejala, a la sazón responsable del área de Bienestar Social, en el que se integra Educación, se ha puesto entre ceja y ceja el objetivo de convertir Avilés «en una ciudad más justa y solidaria», como ella misma señala, a partir de la enseñanza. Una meta que, para Yolanda Alonso, necesita el compromiso de toda la ciudadanía.

-Acaba de rematar su primer curso al frente de la concejalía de Educación. ¿Cuál es el balance?

-Muy positivo. Hemos logrado avanzar en el trabajo en red dentro del área de Bienestar Social, porque la Educación no puede ser un islote, debe estar interconectada con otras concejalías como Empleo o Participación ciudadana.

-Dentro de ese entusiasmo generalizado que muestra, ¿hay algo que le satisfaga especialmente?

-Sin duda, el tema «estrella» del curso ha sido la implantación de los Talleres Infantiles de Avilés (TIA). La iniciativa ha calado, como demuestran las cifras: este verano hay 700 inscritos, doscientos más que el año pasado, en la primera edición. Además, el proyecto ha trascendido nuestro ámbito y fue una de las sensaciones en el Encuentro de ciudades educadoras de Granollers, donde recibió una mención especial. Con esto no quiero decir que la TIA sea un programa perfecto, necesita mejoras. La más urgente es la implantación de servicio de comedor, porque ahora los padres tienen que ir a recoger a los críos entre las dos y las tres de la tarde y es un poco apurado.

-¿Alguna espina clavada tras el curso que termina?

-En general, las relaciones con los colegios y con los profesores han sido muy buenas, pero naturalmente hay cosas que pulir. Por ejemplo, debemos esforzarnos más en implicar a las asociaciones de madres y padres en el día a día del centro. Además, hay que reforzar el consejo escolar, promover grupos de trabajo para abordar temas preocupantes como el absentismo escolar.

-En todas sus intervenciones repite el término «ciudad educadora», pero quizá la gente desconozca su esencia. ¿Podría descifrarla?

-El área de Bienestar Social, en el que se integra Educación, tiene un objetivo claro: convertir Avilés en una ciudad más justa y solidaria, y es una meta que sólo se consigue trabajando en equipo. Hay que educar a nuestros jóvenes en la igualdad, en la convivencia con lo diferente. No puede ser que las ciudades sean cada vez más individualistas.

-¿Qué papel tienen los niños en ese objetivo común?

-La gente tiene la idea errónea de que a los niños sólo les interesan las videoconsolas, pero está demostrado que si se les ofrecen espacios alternativos que puedan compartir con otros niños, se olvidan rápido de las máquinas.

-Algunos colegios han tenido un índice de matriculación para Educación Infantil muy bajo en comparación con otros. ¿Cuál es la solución a este manifiesto desequilibrio?

-Es un tema que me preocupa. Debemos esforzarnos por conseguir que los centros perjudicados sean más visibles. En algunos casos, el problema se subsanará con el previsto crecimiento urbanístico de zonas como La Magdalena, pero en otros hay que buscar soluciones: visitas guiadas o proyectos especiales como la educación bilingüe. Necesitamos la implicación de la Consejería.

-El próximo curso comenzará a impartirse Educación para la ciudadanía en Primaria. ¿Prevé problemas?

-Ni que decir tiene que estoy a favor de la implantación de la asignatura, y parece que la mayoría de avilesinos también. Al menos, no hemos recibido ninguna queja.

-¿Cree que los estudiantes han entendido lo que significa el plan Bolonia?

-Algo hemos hecho mal cuando debemos explicar lo que no es el plan Bolonia. Mi intención es organizar en Avilés una serie de charlas, en colaboración con la Universidad, para explicar a los alumnos y a los padres los entresijos del plan y acabar con la confusión.

-¿Cuáles serán sus retos para el próximo curso?

-Hay un montón de proyectos pendientes: potenciar las actividades extraescolares, poner en funcionamiento la Escuela infantil de El Quirinal, eliminar las barreras arquitectónicas en los colegios... Será un curso apasionante.

«La TIA ha sido el programa estrella del curso, pero necesita contar con servicio de comedor»

«Debemos educar a nuestros jóvenes en la igualdad y en la convivencia con lo diferente»

«Algo hemos hecho mal cuando debemos explicar a la gente lo que no es el plan Bolonia»