Saúl FERNÁNDEZ

La imagen de Santa María de las Alas está en busca y captura. También el retablo de alabastro que lucía en la capilla anexa al primer templo cristiano de Avilés: la iglesia de los Padres, que es de fines del siglo XII y principios del XIII. El Ayuntamiento de Avilés, a través de un mecenas privado, concede una recompensa a quien dé noticia cierta del paradero de las dos piezas religiosas desaparecidas durante la Guerra Civil. Para ello ha encargado la realización de una página web que está construyendo la empresa avilesina Inventa Multimedia, un portal que, en palabras de Cruz Heres, la informática encargada del proyecto, «pretende alojar todas cuantas noticias existan sobre la capilla, el desarrollo de las obras de rehabilitación y el estado de la búsqueda de las piezas esquilmadas». La apertura de la web está prevista para los próximos días.

«Hemos procurado hacer un diseño limpio para que el que quiera conocer la capilla lo haga en un solo golpe de vista», apuntó Heres. Así existen los siguientes apartados: historia del templo, descripción de la imagen de la virgen y descripción del retablo. Asimismo, el interesado en la capilla de los Alas tendrá acceso directo a las webs de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y a cualquier embajada española en el extranjero: «La intención es facilitar los contactos con las fuerzas de seguridad que son las que buscarán las piezas que desaparecieron en su momento», apuntó Heres.

Los motivos de la desaparición tanto del retablo como de la imagen de la Virgen María se desconocen. Está más claro el momento: la Guerra Civil, que en Avilés concluyó en octubre de 1937. La web que se presentará la semana que viene cuenta con un trabajo histórico del profesor de la Universidad de Oviedo Vidal de la Madrid. Estos van acompañados por una imagen en flash de las piezas que están en busca y captura.

La página web contendrá un blog en el que, comentó Heres, «se podrán anotar las pistas que ayuden a esclarecer el lugar en el que se encuentran las piezas». De hecho, no hay acuerdo general sobre este punto. Aurelio de Llano publicó en «Bellezas de Asturias» unas fotografías del retablo que los historiadores ahora fechan entre 1420 y 1460.