s.f.

El tránsito de un autobús escolar por la calle Galiana se trasformó ayer en una prueba apta únicamente para conductores avezados similar a un «slalom gigante» de esquí. El conductor del autobús que circulaba por esta calle peatonal poco después de mediodía debió sortear unas obras de acondicionamiento de la calzada, el mobiliario urbano, a los peatones y el bolardo de salida antes de acceder a la avenida Cervantes, en la imagen. La situación se complicó hasta tal punto que los agentes de la Policía Local de Avilés acudieron al lugar para regular el tráfico en el último tramo de Galiana.