Francisco L. JIMÉNEZ/

Inés MONTES

La demarcación territorial de Costas en Asturias tiene previsto realizar una aportación urgente de como mínimo 300.000 metros cúbicos de arena a la playa castrillonense de Salinas con el doble objetivo de contrarrestar los efectos negativos que origina la pérdida de árido en la estabilidad del muro del paseo marítimo (que este pasado invierno corrió riesgo de descalzamiento a la altura de los edificios Gauzones números 3 y 4) y mejorar las condiciones de uso lúdico del arenal.

Los preparativos de este nuevo depósito de arena en la playa de Salinas -ya se realizó otra intervención similar a finales del año 2004- están muy avanzados, según pudo saber este diario; tanto que la Administración central ya tiene localizado el banco submarino de donde se extraerá la arena. Si bien los responsables de Costas prefieren silenciar por el momento el punto exacto de la costa donde se halla ese banco, han asegurado que a diferencia de lo ocurrido en 2004, cuando la extracción de casi medio millón de metros cúbicos de arena frente al cabo de Vidío soliviantó a los pescadores de bajura que faenan en la zona, en este caso no cabe esperar protestas del sector pesquero. Así las cosas, el único trámite que falta para comenzar los trabajos de regeneración urgente del arenal de Salinas es, según fuentes de la Administración central, la consecución del pertinente permiso ambiental.

El anuncio del plan de Costas de intervenir con urgencia para atajar el problema de erosión de la playa de Salinas viene a coincidir en el tiempo con la presentación de las conclusiones del estudio técnico encargado al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) del Ministerio de Fomento para que analizase las causas de la pérdida de arena y propusiera soluciones a medio y largo plazo. Los ingenieros del Cedex establecieron hipótesis de trabajo que ahora servirán a Costas para tomar decisiones de cara a una más amplia regeneración de la playa. Entre otros escenarios de futuro, el Cedex plantea la aportación de un mínimo de 900.000 metros cúbicos de árido en la concha de Salinas para ganar sesenta metros de playa seca y elevar la cota a los pies del paseo marítimo en dos metros. Estas cifras son válidas para una granulometría media de arena de 1,43 milímetros.

En caso de pretender aumentar la superficie de playa seca en cien metros, el aporte debería de ser de 1,9 millones de metros cúbicos de material. Con un tipo de arena más basta (grano medio de 0,70 milímetros) las cantidades a aportar en los dos casos considerados quedarían reducidas a 720.000 y 1,44 millones de metros cúbicos.

Estas cantidades son significativamente mayores que la aportación realizada entre los años 2004 y 2005, cuando se depositaron en la playa de Salinas 438.478 metros cúbicos de arena procedentes de un banco submarino situado a la altura del cabo de Vidío. Aquella primera aportación, según admite ahora el Cedex, resultó fallida debido sobre todo al pequeño tamaño del tipo de arena elegida (grano medio de 0,29 milímetros).

El estudio del Cedex, al que ha tenido acceso este diario, describe el problema de la erosión de la playa de Salinas como endémico, lo cual quiere decir que los nuevos aportes de arena que se hagan no pueden proporcionar garantía alguna de que con ellos se recuperará el equilibrio geológico del sistema. Esta misma consideración ya fue expuesta hace unos meses por el jefe de la demarcación territorial de Costas en Asturias, Ramón Galán, quien dio por sentado que los aportes de arena a Salinas tendrán que ser cíclicos.

En previsión de que una segunda regeneración de la playa no baste para fijar la arena, el Cedex da dos soluciones: asumir la necesidad de hacer recargas compensatorias de sedimento en función de la pérdida del mismo e intervenir con medios mecánicos para frenar el proceso erosivo. Esta segunda acción, según la describen los técnicos del Cedex, consistirá en corregir las llamadas «ondas de orilla», un efecto natural que se produce por las condiciones del borde y dimensiones de la playa en relación al oleaje incidente.

En Salinas las ondas de orilla que se forman son descritas como «gigantes» y alcanzan el paseo marítimo, lo cual favorece la reflexión de las olas en el muro y, con ella, el arrastre de arena. La propuesta de intervención a este respecto es doble: elevar la cota de arena cerca del muro mediante aporte de árido y eliminar artificialmente con medios mecánicos lo surcos de las ondas cuando éstas se formen para reducir la vulnerabilidad que tiene la playa en esas circunstancias.

A fin de reducir la influencia que tiene la reflexión del oleaje sobre el muro en el arrastre de arena, el Cedex propone una doble actuación: reforzar la base del paseo con una escollera soterrada que continúe la construida este invierno en un tramo de unos 350 metros por Costas y reformar el paramento vertical del muro que sobresale por encima de la arena aumentando su rugosidad para así disminuir el poder reflexivo.

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