M. M.

Quince niños han recibido la bienvenida a la comunidad -bautizos civiles- desde 2005, cuando se instituyó esta posibilidad en el Ayuntamiento de Avilés. Sin pila de agua bendita, pero arrullados por los acordes de «La bella y la bestia» y las emocionantes palabras del poema «Ítaca» de Kavafis, los bebés Irati Novo Berciano y Pelayo Cordal Calvo fueron los primeros avilesinos -en julio se cumplieron cinco años- en recibir su bienvenida a la comunidad, en los primeros «bautizos civiles» que se celebraban entonces en Asturias. La ceremonia duró aproximadamente diez minutos.

La media de niños que han recibido el bautismo civil en Avilés es de tres al año. Esta celebración es un acto de imposición de nombre o bienvenida a la comunidad. Se le llama de muchas maneras, pero al final se trata de un acto íntimo para arropar a un recién nacido y trasladarle el amor y entrega de su familia. Los bautismos civiles han generado cierta controversia, ya que, al no tener valor legal, muchos los consideran una simple provocación a la Iglesia.

En cuanto al número de parejas de hecho, el Ayuntamiento de Avilés tienen contabilizadas 889. Los avilesinos interesados en formalizar su relación pueden hacerlo tanto en el Ayuntamiento como en el centro de servicios descentralizados del Foco, en Villalegre.

Una pareja de hecho es la unión de dos personas, con independencia de su orientación sexual, a fin de convivir de forma estable. Esta unión evita, entre otras cosas, el desamparo de alguno de los componentes de la pareja en ciertas situaciones como muerte del otro.