Luanco,

Illán GARCÍA

La carretera vieja a Candás a la altura de Valparaíso, en Luanco, se reabrió ayer al tráfico después de tres meses cerrada debido a que un tramo de 25 metros de firme se hundió tras las intensas lluvias caídas en la región a mediados del pasado mes de junio. La reparación, contratada a la empresa Anexca, se centró en la construcción de una escollera y la reposición y asfaltado de una carretera que diariamente es transitada por un buen número de vehículos que desde Antromero y Candás se dirige al centro de la villa de Luanco, y viceversa. La vía da también acceso a un concesionario de vehículos.

«Por fin los vecinos podrán esperar el Alsa en la parada sin necesidad de bajar a la estación de autobuses de Luanco como han tenido que hacer durante estos meses», manifestó ayer a pie de obra el teniente de alcalde gozoniego, Ramón Artime. La obra contó con un presupuesto próximo a los 22.000 euros y, al margen de la reparación de la vía, consistió en colocar nuevos puntos de luz y mejorar la conducción de agua para que desastres como el ocurrido a mediados del pasado mes de junio no vuelvan a ocurrir.

«Es una de las actuaciones más importantes de las ya ejecutadas hasta el momento en la reparación de las deficiencias ocasionadas por las riadas», indicó el teniente de alcalde gozoniego, que no dudó en reclamar al Gobierno del Principado que abone la importante suma de dinero que le corresponde al municipio para pagar a las empresas que, como Anexca, han ejecutado varias reparaciones en el concejo desde el pasado mes de junio.

Los vehículos ya circulaban ayer por la carretera vieja a Candás con normalidad pese a que la señalización horizontal de ámbos márgenes de la vía de estos veinticinco metros aún esté pintada de amarillo. En pocas semanas se reparará la zona exterior del concesionario, que tuvo que ser levantada para construir la escollera, aneja a la carretera recién reparada.