F. L. JIMÉNEZ

El Colectivo Ecologista de Avilés ha redactado un pliego de sugerencias sobre el contenido del estudio de impacto ambiental de la obra para construir los accesos al puerto de Avilés (proyecto también conocido como futura ronda norte de la ciudad), en el que critica el «olvido» de hasta nueve elementos de interés natural que se verían amenazados por la ejecución de los trabajos para construir los nuevos enlaces rodados a los muelles.

En el caso de que la alternativa para construir la ronda norte sea la que discurre por el norte de Castrillón, los elementos naturales amenazados son el bosque de ribera del río Raíces, un encinar sobre roca silícea que el catedrático de Botánica de la Universidad de Oviedo Tomás Díaz González califica de «único en Asturias», una importante mancha de sosa de las salinas («Sarcocornia pennis»), especie catalogada en el Principado como «vulnerable» y la población de nutria afincada en la zona desde hace quince años.

La opción de un corredor bajo la ría de Avilés afectaría, siempre según los ecologistas, además de a la población de sosa de las salinas, a la llamada espigadilla de mar («Crucianella maritima), una especie «sensible a la alteración del hábitat y que en Asturias sólo se encuentra en cinco lugares».

Un hipotético corredor sobre la ría de Avilés a la altura de la desembocadura del río Raíces tendría «el peor de los impactos», alertan los ecologistas, tanto por la influencia negativa sobre las 50.000 aves que cada año pasan por la ría como por el impacto en las marismas de Recastrón, un área rica en fauna invertebrada y que posee una singular formación de travertinos. Si el corredor se trasladase a la zona de San Juan de Nieva, la especie más amenazada sería el lagarto verdinegro («Lacerta schreiberi»).

A tenor de estas «graves lagunas documentales» del informe, los ecologistas solicitan al Principado que repita el trámite y procure ser más riguroso y exhaustivo en la nueva redacción del documento.