Francisco L. JIMÉNEZ

La alusión que hizo la semana pasada el presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laje, al deseable reforzamiento de las estrategias de coordinación entre puertos estatales ha hecho saltar como un resorte a los responsables del PP de Avilés, que se vienen arrogando desde 1996 la función de guardianes de la independencia portuaria de Avilés frente a Gijón, cuyo puerto se ve en las filas del partido conservador como un voraz competidor capaz de fagocitar los tráficos de los muelles avilesinos.

«Ya volvemos a las andadas...», lamenta el portavoz municipal del PP y candidato frustrado a la Alcaldía el pasado 22 de mayo, Constantino Álvarez. «El PP se ve obligado, una vez más, a rechazar públicamente que se ande jugando con el futuro del Puerto de Avilés», añade el concejal en funciones, quien además reclama a la futura alcaldesa, Pilar Varela (PSOE), que exija a la Autoridad Portuaria «aclaraciones sobre las posibles directrices que haya recibido en relación al reforzamiento de los vínculos de cooperación con el puerto vecino de Gijón».

El presidente del Puerto de Avilés, Manuel Docampo, negó ayer mismo en estas páginas haber recibido instrucción alguna del Ministerio de Fomento relacionada con el futuro de las relaciones entre puertos vecinos. Pero los populares de Avilés desconfían de él. «Lo que sospechamos es que hay un plan tramado y que se oculta para evitar la polémica que generaría. Y lo que queremos es transparencia al respecto, porque lo que está en juego es la viabilidad del puerto de Avilés», explica Álvarez.

Las declaraciones que han encendido la alarma en el seno del PP avilesino fueron realizadas por Fernando González Laje al diario económico «Expansión» y recogidas ayer en este periódico. González Laje expuso su convencimiento de que los puertos estatales que distan menos de cien kilómetros deben estrechar sus lazos de cooperación y tender a la integración a medio plazo para reforzar su competitividad. El telón de fondo de las palabras del presidente estatal de Puertos no es otro que el viejo debate de la excesiva atomización del mapa portuario español, formado por 28 entidades autónomas y en muchos de los casos competidoras entre sí.

«Los eufemismos del PSOE -coordinación, cooperación, integración y demás verborrea- nos hacen temer que el verdadero objetivo sea la fusión, una fórmula ya experimentada con Avilés y Gijón en 1994 y que tuvo que ser anulada por un gobierno del PP a la vista de sus malos resultados», manifiesta Constantino Álvarez. El portavoz popular subraya que «los socialistas no son de fiar» cuando se trata de gestionar los puertos asturianos y, en este sentido, hace ver que «aún está muy fresco en la memoria el ejercicio de sumisión al que se vio condenado el puerto de Avilés cuando por directrices políticas se desviaron para El Musel un barco cargado de madera para la papelera de Navia y los tráficos de pasta de papel de la misma empresa». Los populares avilesinos rechazan una hipotética fusión portuaria en Asturias porque están convencidos de que sería «nefasta» para los intereses del puerto de Avilés.