El Escañorio es la garganta de la civilización. Los primeros corveranos vivieron en este cañón natural tallado por el río Molleda y prueba de ello es la necrópolis hallada en la ladera occidental del pico Castiello, en el mismo lugar donde se encontró en 1950 una estela antropomorfa, una losa con forma de figura humana actualmente expuesta en el Museo Arqueológico. Pero pese a su relevancia histórica y natural, El Escañorio es el gran desconocido de la comarca avilesina. Esta ruta serpenteante de aproximadamente cuatro kilómetros carece de cualquier tipo de indicación turística. También de protección. Y eso que este enclave natural jugó en su día todas las bazas para ser declarado Monumento Natural. A punto estuvo de lograrlo en 2002, pero el proyecto se lo llevó el agua. Desde entonces distintas voces piden que se cuide este rincón natural flanqueado por rocas vertiginosas y salpicado sobre todo por castaños que lleva al visitante hasta una cascada de unos cinco metros de altura.

El paseo por la garganta de El Escañorio comienza poco después de Entrialgo, de donde parte una carretera estrecha que permite acceder con el coche hasta poco casi la «boca» del cañón. Luego, ya a pie, una pista sin señalizar y sin gran desnivel cruza un bosque de eucaliptos y castaños hasta la presa, una construcción que se levantó en la década de los años 40 del pasado siglo y que tenía como fin abastecer de agua a los núcleos urbanos de Villalegre y Las Vegas. Dejó de utilizarse una vez que entró en funcionamiento el canal del Narcea y, a modo de recuerdo, en El Escañorio quedaron las piezas de la antigua construcción.

De la presa el camino asciende paralelo al río Molleda y la dificultad aumenta a cada paso. En el último tramo los accidentes geológicos obligan al visitante a concentrarse en el camino. Tras aproximadamente hora y media de paseo, la senda termina a los pies de la cascada, la imagen simbólica del Escañorio. En las inmediaciones de este rincón vive una pareja de halcones peregrinos. También es frecuente ver reptiles y otras especies animales. Como en un Monumento Natural reconocido, aunque el de Corvera aún carece de etiqueta.