Con «In extenso. Homenaje a Peter Roehr» vuelve a ejercer Jaime Rodríguez de comisario. Sus proyectos nunca desembocan en exposiciones normalizadas y su discurso, conscientemente caótico, revuelve en las vanguardias y promueve la experimentación, convocando para estos ejercicios de laboratorio a artistas y alumnos de su taller. Y, además, a Jaime Rodríguez no le ocasiona ningún conflicto participar como creador en las muestras que él mismo comisaría, buscando ese tono provocativo y de ruptura que forma parte de su personalidad y que habitualmente se manifiesta bajo un techo institucional. Lo lógico, con estas premisas, sería encontrarnos con uin n batiburrillo arbitrario e indigesto sin el menor interés. Nada más lejos de la realidad. Al no ser proyectos al uso sino más bien desbordamientos de un magma conceptual que bulle por salir a la superficie sus muestras tienen una frescura y una libertad muy de agradecer en estos tiempos conservadores y avejentados. Representan aperturas en los muros de las certezas y convencionalismos oficiales que nos permiten respirar aires diferentes poniendo en cuestión lo canónico y ensayando otras respuestas, un nuevo vocabulario que devuelva al arte su significado. Y convierten en ridículos los empeños en dominar la escena plástica por parte de todos aquellos que, todavía, se creen con el derecho de pernada estética.

En esta ocasión, invocando al malogrado artista alemán Peter Roehr cuya obra se basa en el juego reiterativo, Jaime Rodríguez plantea una exposición que usa como principal indicador el fenómeno de la repetición. Un concepto que se encuentra en algunas obras de los primeros vanguardistas y que toma fuerza en los planteamientos de Warhol, el grupo británico Art Lenguaje o Robert Mangold, por citar tres planteamientos diferentes pero unidos transversalmente por el principio de la reiteración. En «Estructuras repetitivas», exposición llevada a cabo en la Fundación Juan March en 1985 y en «Repetición/transformación» que tuvo lugar en el Reina Sofía en el año 2002 ya se abordaba esta cuestión. El tema realmente abrasa la modernidad y llega hasta nuestros días salpicando el lenguaje artístico y enredando entre los planteamientos de Foucault para quien la repetición se encuentra en el origen de la identidad mientras que Deleuze, en el prólogo de su obra titulada significativamente «Diferencia y repetición» considera que «la tarea de la vida consiste en hacer coexistir todas las repeticiones en un espacio donde se distribuye la diferencia».

Pero «In extenso» es una exposición de tesis y posiblemente la más formal de cuantas haya comisariado Jaime Rodríguez, pues lejos de los desbordamientos a que nos tiene acostumbrados ha sabido contenerse logrando una muestra coherente en la que resulta absurdo discutir los nombres seleccionados, pues todos ellos aciertan, en mayor o menor medida, a ilustrar el argumento que les convoca, ofreciendo un variado elenco de propuestas capaces de dialogar entre ellas. Los artistas convocados son María Álvarez Morán, Ana María Briede Westermeyer, Isabel Cuadrado, Encarnación Domingo, Marta Fermín & Oliver Montesinos, Fiumfoto, Angélica García, Luis Lanzas, Benjamín Menéndez, César Naves, Elisa Torreira, Javier Valles, Alberto Valverde y el propio comisario de la muestra que realizó, en la inauguración, una performance con el recuerdo del padre como protagonista de la acción.