F. L. JIMÉNEZ

La empresa Montrasa Maessa se ha hecho cargo de los operaciones de mantenimiento en la fábrica de fertilizantes que tiene en Trasona la compañía Fertiberia, funciones en las que releva a Sodes una vez que ésta se vio obligada a desistir del contrato por problemas financieros. La nueva firma responsable del mantenimiento, pese a no tener obligación legal, ha procedido a mantener en sus puestos de trabajo a la mayoría de los 28 empleados de Sodes; en este sentido ha sido determinante la experiencia laboral que acumulaban esos trabajadores y el alto grado de satisfacción que la dirección local de Fertiberia tenía por su rendimiento.

Casualidad o no, la alianza de intereses entre Montrasa Maessa y Fertiberia para el mejor funcionamiento de la fábrica de abonos de Trasona tiene claros matices «merengues». A nadie se le escapa que el presidente de la firma química es Juan Miguel Villar Mir, dos veces aspirante frustrado a la presidencia del Real Madrid. Precisamente la persona que ocupa el cargo que ambicionaba Villar Mir, Florentino Pérez, es, a su vez, presidente de Actividades de Construcción y Servicios (ACS), el conglomerado empresarial del que forma parte Montrasa Maessa. La curiosa conjunción «merengue» que se da en Fertiberia sirve de chanza entre algunos trabajadores de la fábrica, que bromean sobre lo «inconveniente» que puede resultar declarar a partir de ahora preferencias futbolísticas blaugranas (el F. C. Barcelona es el rival por antonomasia del Real Madrid).

A diferencia de Fertiberia, donde el asunto ha quedado resuelto, en la fábrica de Asturiana de Zinc aún meditan cómo dar continuidad a los trabajos de mantenimiento que venía realizando el personal de Sodes.