F. L. JIMÉNEZ

La sede del sindicato comarcal de CC OO es estos días un hervidero de dirigentes, afiliados y simpatizantes que preparan la campaña con la que la organización quiere impedir la aplicación de la reforma laboral de Rajoy. En palabras del secretario comarcal, José María Guzmán Pacios, «conviene que la maquinaria esté engrasada porque vienen días convulsos» y en ese sentido ayer y anteayer hubo reuniones que sirvieron para que los diferentes secretarios generales de las federaciones comarcales y los miembros del consejo comarcal debatieron sobre las acciones a desarrollar. Habrá cincuenta charlas informativas, además de otras movilizaciones que se irán anunciando, y CC OO hace un llamamiento para que la manifestación a celebrar el próximo domingo en Gijón (11.00) horas sea multitudinaria. En el ambiente sindical también flota el convencimiento de que se convocará una huelga general junto con UGT. Este anuncio es muy posible que lo hagan hoy mismo los máximos responsables nacionales de ambas centrales.

CC OO, según declaró ayer en Avilés su máximo mandatario en Asturias, Antonio Pino, echará el resto para rechazar la reforma laboral del Gobierno del PP, un texto que en palabras de Pino «es dañina para los trabajadores al abaratar de forma indecente el despido, inútil para reactivar la economía y discriminatoria con los desempleados que no cobran prestaciones, pues da prioridad a la contratación de los que sí las perciben».

En palabras de Pino, «esta reforma laboral es el mayor ataque a los derechos laborales de toda la época democrática» y en consecuencia «la respuesta social tiene que ser igual de contundente», arengó el líder asturiano de CC OO.