E. C.

Avilés es referente de la población salmantina en Asturias. Así lo indica Juan Manuel Moreno, presidente de la Casa de Salamanca, que hoy presentará en el marco del Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés las actividades de esta asociación. De hecho, la ciudad es el marco elegido para iniciar una campaña regional de promoción de sus actividades. «Queremos darnos a conocer y animar a la gente a participar», explica Moreno. La presentación será a las ocho de la tarde, en la Casa de Cultura de Avilés. Aunque es el primer acto de la asociación en la localidad, ya cuenta con socios avilesinos.

La Casa de Salamanca tiene en Asturias una trayectoria de tres años, y hasta ahora las actividades se han desarrollado en Gijón. Anualmente celebran la fiesta del Lunes de Agua (tradición en Salamanca), una excursión cultural a la provincia salmantina en la última semana de mayo, y unas jornadas culturales con charlas sobre distintas materias que, en la última convocatoria, incluyeron deporte y actos infantiles. «Pero también organizamos otras convocatorias que van variando cada año, como presentaciones de libros», cuenta el presidente de la entidad.

Buscar una sede es una de las tareas prioritarios de la Casa de Salamanca, que aunque se organizó originalmente en Gijón, no descarta abrir sus oficinas en otra localidad asturiana como Avilés, ya que tiene vocación regional. Además, su propósito es difundir en diferentes ciudades las actividades de la asociación, y ahí se enmarca el acto que esta tarde se celebrará en la Casa de Cultura de Avilés. En la presentación intervendrán, junto a Juan Manuel Moreno Cubino, los vocales de la asociación Francisco Fernández, Carlos Herrero, Josefa Gómez, Susana Casado y Pedro Hernández.

El presidente de la Casa de Salamanca presentó hace unos meses en Gijón un libro sobre su patria chica: se trata de «Apego a la tierra», que ahora espera poder presentar en la propia Salamanca. Su obra está centrada en los años de infancia que pasó en la localidad salmantina de Valverde, y también en el choque que le produjo llegar a un Gijón industrial. El prólogo de este libro lo firma el escritor Luis Miguel Piñera. Además de recuerdos personales, «Apego a la tierra» también recoge imágenes para ilustrar el modo de vida en el pueblo salmantino y además la transición a la vida urbana de un Gijón que fue meca para muchos trabajadores.