Al PSOE no le está resultando fácil la negociación presupuestaria. Ya desde el inicio del debate, Izquierda Unida, su socio en los últimos ocho años, cerró por completo la posibilidad de aprobar las cuentas locales al estar en contra de la política de personal planteada por los socialistas, que incluye amortizaciones de plazas y la no cubrición de los puestos vacantes. Con esa situación, a la alcaldesa, Pilar Varela, y a la concejala de Hacienda, Ana Concejo, no les quedó más remedio que intentar conseguir que uno de los partidos de la derecha -Foro y PP- se abstenga en el Pleno en el que se aborde el presupuesto. Si los dos votan en contra, superarían a los diez concejales que tiene el PSOE.

Las conversaciones con Foro están también limitadas por culpa de una de las fricciones más importantes con el Principado: la Fundación del Centro Niemeyer. El PSOE quiere destinar una partida de 300.000 euros a la entidad, una posibilidad que los foristas rechazan de pleno al considerar que la Fundación no tiene ya la gestión de los edificios. Con el PP era con quien tenían los socialistas más «esperanzas», pero sus concejales han ido retrasando la negociación en diversas ocasiones. Ahora, aseguran, no es problema que haya prórroga presupuestaria.