La crisis ha desembarcado en la 17ª edición de las Jornadas del Cómic «Villa de Avilés». No sólo por el recorte presupuestario del evento este año -en un 30 por ciento-, que se ha traducido en una reducción de la carpa de actividades y una menor representación americana. Sino también porque los invitados hablaron ayer de cómo su sector se está viendo amenazado. «Ahora se está editando mucho menos y hay una especie de desconcierto editorial, porque las empresas no saben que política seguir», explica el dibujante argentino Ariel Olivetti. Ante ello, algunos artistas creen que es el momento de reinventarse y apostar por la autoedición. «Se pueden hacer trabajos propios de calidad, ya que ahora disponemos de buenas tintas, buenas impresiones así como facilidades técnicas para realizarlos», añade Olivetti.

Sin embargo, otros dibujantes manifiestan que la crisis siempre ha estado presente en el mundo del cómic. «La recesión no me ha afectado tanto como a otros compañeros que trabajan para las grandes editoriales, pero también es porque yo siempre he vivido con la crisis», dice el español José Fonollosa. No obstante, los creadores de historietas señalan que la satisfacción personal que genera el cómic compensa su duro trabajo. «Muchas veces se piensa que somos millonarios y no es así», opina Olivetti.

A todo ello hay que sumar que el público del tebeo en España es muy pequeño en comparación con otros países como Francia y Bélgica. De hecho muchos dibujantes han optado por publicar sus obras en el mercado francés, donde el tebeo forma parte del patrimonio cultural del país. «Siempre me hago la pregunta de por qué en España no sucedió lo mismo que en Francia cuando en ambos países se dieron las mismas circunstancias culturales», indica Juanjo Guarnido. Una razón «puede ser que en Francia los cómics se editaron con tapas duras y ello incitó a los lectores a coleccionarlos», apunta Guarnido. Esta opinión es compartida por el dibujante francés Edmond Baudoin, quien además explica que su país «las historietas son heredadas; son consideradas como un tesoro», dice Baudoin. No obstante, los artistas también inciden en que no sólo hay que valorar el mercado español o francés por separados, sino el conjunto de Europa, donde en estos últimos años el mundo del cómic ha experimentado una gran evolución.

Frente a la crisis económica, iniciativas como las de las Jornadas del cómic «Villa de Avilés» son bien recibidas por todos los artistas internacionales, ya que «es una oportunidad para conocer nuevas editoriales y conseguir hacer nuevos proyectos», sostiene Ariel Olivetti. Por su parte, Juanjo Guarnido concluye que «este tipo de eventos atrae a muchos espectadores y permite que nuestras creaciones sean conocidas por un público mayor».