Marta PÉREZ

«El maltrato es un concepto relativista y cambiante. Hace unos años los padres le decían al profesor que le diese un tortazo al niño si se portaba mal, ahora los amenazan con que ni se les ocurra tocar al niño». El catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca Félix Sánchez, introdujo con estas palabras su conferencia «Del maltrato al buen trato. La necesidad de un discurso sobre las necesidades de la infancia», en unas jornadas enmarcadas en el Plan de infancia y adolescencia de Avilés.

Así, el experto se mostró a favor de modificar la legislación vigente sobre el maltrato. «Es necesario hacer una propuesta de cambio de la tipología del maltrato. Cuando no se acepta a un niño con problemas de identidad, porque es transexual, todavía no le pasa nada a los padres, cuando eso es más grave que un tortazo o una paliza», aseguró Sánchez. «Hay que poner límites a algunas barbaridades que hacemos. Hay niños homosexuales que son maltratados en su casa, en el colegio y en la comunidad», manifestó el experto.

El catedrático relaciona en sus estudios los conceptos de maltrato y «buen trato». En este sentido explica que: «No sólo hay que hablar de maltrato. Está claro que no hay que maltratar, por supuesto. Pero con eso no basta, a los niños hay que cuidarlos bien, saber qué necesitan y cómo se satisfacen esas necesidades», manifestó. «La ciencia estuvo muy despistada y pensaba que el tema de los afectos era secundario, ésa es en realidad mi especialidad: el buen trato, las necesidades en positivo», dijo.

En las jornadas de ayer intervino también la concejala de Educación y Bienestar Social del Ayuntamiento de Avilés, Yolanda Alonso, quien anunció que tras la elaboración del I Plan integral de infancia y adolescencia en Avilés, que se ha venido desarrollando en los últimos años, el Ayuntamiento promoverá un segundo plan. «Hay que poner en marcha nuevas actuaciones, tenemos mucho trabajo por delante», expuso la edil. En este sentido, Alonso explicó que la situación de crisis económica y el desempleo han cambiado los planteamientos con los que se inició el programa: «Se ha producido un punto de inflexión importante en las relaciones sociofamiliares, y los niños y adolescentes son las primeras víctimas», manifestó.