El ex director de la Fundación del Centro Niemeyer, Natalio Grueso, su entonces pareja, J. P, y un amigo de ambos, J. M. V. -técnico (ahora en baja voluntaria) de una conocida agencia de viajes con sede en Oviedo y principal acreedora del la entidad que gestiona el centro cultural- tendrán que declarar como imputados por un presunto delito societario en el juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Avilés. El pago de viajes personales a costa del Niemeyer y otros beneficios derivados de la actividad de la Fundación se encuentran en el fondo de esta imputación, según la entidad que gestiona el centro cultural de la ría.

La Fundación del Niemeyer denunció el pasado 28 de diciembre ante los juzgados avilesinos defectos en facturas cuya cuantía supera los 400.000 euros y que corresponden a subvenciones mal justificadas entre los años 2007 y 2010. La denuncia hacía referencia a hechos que podrían ser constitutivos de delito de falsedad en documento mercantil, delito societario y delito contra la hacienda pública, si bien en la misma no constaban presuntos responsables: «Es una denuncia sobre hechos, no sobre personas», indicó entonces la consejera de Cultura y presidenta de la entidad, Ana González.

El juez ha puesto nombre y apellidos a los autores de esas presuntas irregularidades y ha citado a González el próximo 7 de febrero para ratificar el escrito de denuncia. Y así será. La entidad emitió ayer un comunicado en el que anuncia que se ratificará en la denuncia presentada el pasado mes de diciembre tras localizar determinados hechos, datados entre 2007 y 2010, que arrojaban dudas acerca de la gestión realizada en el seno de la Fundación en esos ejercicios.

Según las fuentes consultadas, entre las presuntas irregularidades objeto de la investigación se encuentra la participación de J. P. en actos de la Fundación, de mano del que entonces era su marido, Natalio Grueso, actual director de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Madrid, consistorio que gestiona Ana Botella (PP). En medios próximos a la entidad apuntan que la que era esposa del ex director del Niemeyer «se pudo haber beneficiado de la actividad de la Fundación».

En el meollo de la investigación se encuentra el rodaje en Asturias de la película «Vicky, Cristina, Barcelona», del cineasta neoyorquino Woody Allen, en el que la Fundación Niemeyer invirtió 162.000 euros. Sin embargo, en los títulos de crédito aparecen como «production managers» los ahora imputados. Fuentes de la entidad apuntan ahora a ese rodaje como una de las presuntas irregularidades objeto de la investigación.

El excesivo gasto en viajes fue otra de las cuestiones que hizo saltar las alarmas entre los actuales gestores del centro cultural de la ría. La Fundación reclamó a la agencia de viajes ahora en tela de juicio, a la que debe más de medio millón de euros, que aclarase numerosas facturas que no cuadran con la actividad del Niemeyer en los últimos años. Fuentes de la entidad confirman ahora que Grueso y personas de su círculo viajaron a costa de la entidad, según se desprende de la investigación, y no descartan que surjan nuevos gastos sin justificar del análisis de las cuentas de los ejercicios 2007, 2008, 2009 y 2010.

El gestor financiero que contratará la entidad que preside la socialista Ana González será el encargado de estudiar la contabilidad de todos esos años. La Fundación del Niemeyer también contratará a un abogado que se hará a cargo del procedimiento penal.