Pedro Menéndez de Avilés fue un hidalgo adinerado, comandó la flota de las Indias del rey Felipe II en nueve ocasiones y fue nombrado Adelantado de la Florida que era, algo así, como ser el gobernador de una tierra desconocida. El marino avilesino fundó y colonizó el primer asentamiento de occidentales en la actual Norteamérica -la ciudad de San Agustín- mucho antes de que los primeros ingleses arribaran a Jamestown, actual Virginia y se fajó con los hugonotes que le pisaban los talones. Menéndez de Avilés es el marino más importante de la historia de Asturias y el héroe más honorable del concejo. Nació en 1519 y falleció en 1574. Pero la vida de Pedro Menéndez de Avilés se caracteriza por enormes vacíos documentales pese a que existen varias biografías.

Se ha escrito que cuando Pedro Menéndez de Avilés fundó la ciudad de San Agustín de la Florida respetó la vida de mujeres y niños, pero que pasó a cuchillo a alrededor de veinte hombres que estaban en condición de luchar. El mismo destino les esperaba a los cientos de soldados de la flota francesa, entre ellos el capitán Jean Ribault. La sangre francesa derramada no quedó en el olvido. Pero la historia de la Florida es de ases de espadas... y también de corazones. Michael Francis, profesor de Historia de la University of South Florida St. Petersburg (USFSP), asegura ahora que en la ciudad de San Agustín, la más antigua de Estados Unidos -una nación que ahora conmemora el 500 aniversario de la llegada de los españoles a la península- «convivieron españoles, portugueses, irlandeses, negros e indios», según refleja un raro documento de la época ahora digitalizado.

Frente a versiones que adolecen de falta de rigor histórico, la colonización española en lo que hoy es territorio estadounidense se fundamentó en la búsqueda de alianzas con los pueblos indígenas y en la «diversidad» cultural de su empresa, explicó a la agencia EFE Michael Francis. Este, junto con un equipo de graduados universitarios, concluyó esta semana un trabajo arduo que le ha llevado casi un año: la filmación y digitalización de seis mil páginas de documentos parroquiales de los siglos del XVI al XVIII de un extraordinario valor histórico y que se hallan en el convento de San José, de San Agustín.

En estos registros parroquiales están consignados nacimientos, bautismos, matrimonios y defunciones de los hombres y mujeres que poblaron San Agustín desde 1594, con actas de matrimonios de españoles, portugueses, franceses, irlandeses, indios, africanos y mestizos. Se trata de «unos documentos asombrosos que reflejan la increíble diversidad que marcó la vida desde los primeros tiempos de la fundación de San Agustín por el almirante Pedro Menéndez», destacó el académico, uno de los mayores expertos en el periodo colonial español de Florida.

La exploración y colonización española de Florida -donde aún ondea en el castillo de San Marcos la Cruz de San Andrés o Cruz de Borgoña, bandera de España en el siglo XVI- constituyó, según muchos historiadores, la empresa más dura y costosa de todas las emprendidas por los españoles en el Nuevo Mundo, en la inmensidad de un territorio con una climatología adversa y tribus nómadas hostiles a los occidentales.

Pero ahora estos registros arrojan luz sobre un periodo poco conocido. Abren, según Michael Francis, una «tremenda ventana a la increíble diversidad de San Agustín desde el siglo XVI hasta principios del XIX», en momentos en que Florida conmemora el quinto centenario de su descubrimiento por el explorador español Juan Ponce de León. Para el profesor de Historia de la USFSP, el largo trabajo de digitalización de los registros cumple con dos propósitos esenciales: «La preservación de los documentos más antiguos que existen en EE UU sobre la historia de este país y compartir un capítulo muy poco conocido de la historia de Florida y de la nación».

«Son documentos maravillosos, no sólo por su antigüedad sino porque proporcionan una ventana a la vida diaria de San Agustín desde fechas tempranas. Gente normal, soldados, artesanos y comerciantes figuran en el registro», asegura el historiador. Lo que está claro es que las 6.000 páginas -plastificadas y guardadas en un archivo- ahora digitalizadas permitirán llenar párrafos en la biografía de Pedro Menéndez de Avilés. Dicen los americanos que España fue al Nuevo Mundo buscando «God, gold and glory» (Dios, oro y gloria). Esto ahora, curiosamente, se conoce en España como «sueño americano».