Emocionada, cansada y «resacosa» por el trabajo acumulado se presentó ayer Ana María Álvarez Muriel, la directora del Festival de Cine y Arquitectura (Ficarq) que durante los últimos días se desarrolló en Avilés y concentró en la ciudad a numerosas celebridades. «Estamos muy satisfechos por la acogida que hemos tenido y sólo tenemos palabras de agradecimiento hacia los avilesinos, los actores, los arquitectos y a cuantas personas trabajaron para que este festival saliera adelante», sentenció, y agregó: «Ante esto sólo podemos decir que el certamen se ha hecho con capital humano».

La intención de la directora del Ficarq es regresar el próximo año a Avilés. «Hoy (por ayer) hemos organizado una comida para desconectar del trabajo de los últimos días pero es imposible, ya estamos dándole vueltas a distintas ideas. Cuando vas por el buen camino y el trabajo tiene aceptación, el cuerpo te pide tirar para adelante e idear cómo mejorar», confesó Ana María Álvarez Muriel, que organizó la I edición de Ficarq en apenas dos meses.

«Si el año que vienen nos dejan estaremos aquí, en Avilés, de nuevo. Mereció la pena el esfuerzo y las horas de más... El éxito del festival, si se analiza, se traduce en que los avilesinos tienen inquietudes culturales y en que la cultura es necesaria en esta ciudad», subrayó la responsable del Ficarq, que ayer daba vueltas a las cifras de participación.

«En las actividades organizadas para los niños participaron ochenta pequeños y quedó gente fuera, porque no había aforo. Esta respuesta del público infantil me emocionó especialmente», dijo. El ciclo de cine clásico -«El cine que amamos», bautizado así en el Ficarq- registró siempre un lleno de 150 butacas y las sesiones de cine de estreno tuvieron, como mínimo 550 seguidores. «Los números son muy positivos. Encima hemos tenido unos días de sol maravillosos y es bien sabido que en Asturias, cuando hace calor, no es habitual que la gente se meta en salas de cine», precisó con humor.

Muriel contó para esta aventura, que tenía como objetivo fusionar el cine y la arquitectura, con la economista avilesina Eva Granda. El productor y director Pedro Costa, ganador de dos Premios Goya a Mejor Película por «Amantes» y «La buena estrella», coordinó a su vez el área de cine. Al frente del departamento de arquitectura estuvo Arturo Gutiérrez de Terán y en el de documentales el también arquitecto Garber Salzberg. El próximo año previsiblemente el equipo de Muriel vuelva a colocar la alfombra roja en Avilés.