Luanco,

Illán GARCÍA

Los pescadores afrontan la campaña de otoño de extracción de percebe con optimismo a juzgar por el tamaño de las piezas capturadas y sus precios de venta: 70 euros por los percebes mayores y cincuenta por los medianos. "Este año crió bien", afirma Lorenzo García Lopera, uno de los perceberos adscritos al plan de Peñas mientras limpia sus capturas en el muelle de Luanco. "Tenemos que aprovechar", añade.

Lorenzo García Lopera explica que las condiciones meteorológicas de los últimos meses han ayudado a que los percebes estén "bien desarrollados". "El agua de la lluvía de la primavera y el sol del verano son muy buenos para el percebe", asegura este pescador adscrito al plan de Peñas. "No vino mucha vagamar (mar fuerte) y eso también ayuda", añade Herme Martín, que también suele acudir al muelle viejo de Luanco con sus primeras piezas. A su lado, Abraham Mazuelas y Javier García también selecciona sus percebes.

Los perceberos comenzaron su primera jornada de extracción a las siete y media de la mañana. La mayoría partió de Luanco y se puso manos a la obra en Peñas hacia las ocho de la mañana. La tarea finalizó hacia las diez y cuarto. "La verdad es que la mar estaba bien, había olas de metro y medio", señala García Lopera.

Por el momento, los pescadores adscritos al plan de extracción de Peñas confían en que las condiones de la mar les permitan desarrollar su trabajo sin mayores sobresaltos durante la presente campaña. "No soy el hombre del tiempo, pero creemos que las condiciones meteorológicas nos van a respetar", destacó Lorenzo García Lopera.

Los pescadores echaron la vista atrás hacia la misma campaña del pasado ejercicio y coincidieron en que ni los precios ni el estado de la mar habían acompañado. "Vino un tiempo muy malo y apenas pudimos salir a faenar; al menos, este año parece que la situación será mejor", comentan en un corrillo formado por perceberos y algún que otro pescador jubilado que acudió al muelle para comprobar el estado de las capturas. "Tienen buena pinta", afirman.

La campaña iniciada ayer en el plan de Peñas -en el resto de Asturias comenzó el día 1- se desarrolla en las inmediaciones del cabo más septentrional de la región. Allí, unos cuarenta pescadores se mueven entre las rocas para poder extraer las mejores piezas. Pasan de las rocas de Alto Nordeste a la Barberina, de ahí a la Barberona y más tarde al Jorobao y a los Garcillos con el fin de capturar los percebes más suculentos. Se da la circunstancia de que las piezas de mayor tamaño se hallan en los lugares de peor acceso. Aún así, los pescadores, en plena batalla contra las olas, consiguen extraer los pequeños crustáceos. Como máximo pueden lograr ocho kilogramos por día y marea.

Por suerte, afirman los pescadores, la presencia de perceberos furtivos no es notable. "Siempre hay, pero también tenemos vigilancia y la verdad, si hicieron algo, apenas se nota en las piedras", destaca García Lopera, que volverá junto a sus compañeros a pescar en Peñas.