El nuevo reparto de concejalías en el Ayuntamiento corverano constituye una nueva decepción: el Alcalde socialista de Corvera ha preferido delegar una de las concejalías que precisa de mayor responsabilidad, como es la de Urbanismo.

El recién nombrado por el Alcalde como concejal de urbanismo, Iván Fernández, aunque ya viejo en estos lares de la política, tendrá cuestiones importantes, a las que enfrentarse.

Son numerosas las cuestiones pendientes, como el desarrollo del polígono industrial Silvota-Rovés y Trasmonte. El sistema elegido para desarrollar este polígono fue el de cooperación, por lo cual los propietarios conservan la titularidad privada de los terrenos conforme la reparcelación aprobada. No es un procedimiento expropiatorio que prive de la propiedad. Al conservar ésta, se les repercute los gastos de urbanización del plan parcial, costes de urbanización, que por los datos conocidos, y hasta ahora no desmentidos, con métodos de prueba concluyentes, superan con mucho el precio que se está pagando por metro cuadrado el suelo de polígonos vecinos como la Zalia, por ejemplo, que no llega a 30 euros y posiblemente sea uno de los polígonos donde mejor se estén pagando.

En definitiva, nefasta planificación, escaso control de los tiempos, e incapacidad para retomar el control de la situación. Lo acaecido hasta ahora no satisface a nadie, ni a particulares ni a empresarios, posiblemente porque ni el propio gobierno sabe lo que está haciendo. Foro advirtió en su momento, de la inconveniencia de desarrollar un polígono industrial en plena crisis económica, con la oferta de suelo existente, y más recientemente ha solicitado el compromiso formal del gobierno para no repercutir esos gastos a los propietarios hasta que existan posibilidades reales para su desarrollo.

Otro punto de interés es la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana, que se encuentra en fase de tramitación a expensas del informe favorable del Principado. Es este un plan que no responde a las necesidades reales del concejo, y en el que se cometieron presuntas irregularidades en su tramitación, como el hecho de que para su aprobación provisional en el Pleno, el que fuera concejal de Urbanismo votara a su favor, a pesar de ser directamente interesado en el mismo, ya que su propiedad, según la información facilitada con el nuevo Plan, pasaba de las dos plantas actuales a una futura edificabilidad de seis plantas más bajo-cubierta.

La aprobación del Plan está pendiente de sentencias judiciales que podrán ser estimatorias o desestimatorias, pero hay una sentencia implacable que es la de ética e higiene política, que en este caso no han sido respetadas. De lo que no cabe duda es que la actuación hasta la fecha practicada nunca hubiera sido posible sin la complicidad y beneplácito del PSOE corverano, prueba de ello fue que el Alcalde, Vega, refrendó públicamente la actuación.

Igualmente una serie de de juicios con el promotor Quintanas de Chacón siguen pendientes, derribos paralizados y otros que podrían revisarse, querellas, acusaciones de presuntas prevaricaciones... que podrían tener su incidencia en el PGOU. Ya lo dice el dicho "juicios tengas y los ganes…", por lo que todo puede pasar, pero lo acaecido hasta ahora, debería tener una continuidad, puesto que hasta la fecha Vega ha apoyado todo lo hecho por Bueno, aunque de momento haya preferido poner a Fernández en primera línea, por si acaso.

Tras la ruptura del pacto y las explicaciones dadas por las dos formaciones, todo hace pensar en maniobra electoral pero con poca trascendencia práctica gracias a la cual el PSOE no tendrá problemas de gobernabilidad. Ni contigo, ni sin ti, ni bien, ni mal, ni si y ni no…rompemos pero no rompemos, seguiremos juntos pero por separado, en definitiva más de lo mismo.

Quedan pendientes no obstante, varias cuestiones, entre otras y cómo más cercana en el tiempo, la última votación en el Pleno a favor de la personación del Ayuntamiento de Corvera en la trama "Aquagest", en la que el PSOE se abstuvo. ¿Tendrá consecuencias en IU el desagravio del PSOE, y los socialistas a su vez intentarán desmarcarse de todos los temas que ahora urbanísticamente están judicializados?

Hasta ahora, este pacto de intereses entre ambas formaciones, roto de momento, sólo ha servido para despreciar al resto de la oposición optando por una forma de gobernar despótica, en la que el diálogo y el consenso nunca han estado presentes. Para justificar esa alianza, Vega ha vuelto a recurrir a sus políticas trasnochadas de izquierdas y derechas, que tanto rédito electoral han proporcionado a ambas formaciones, y así mantener el pensamiento único.

Su alianza cuenta con otro sustento, la buena sintonía entre Vega y Bueno, de la que siempre han alardeado; pero en ocasiones tanto entendimiento, hace pensar en aquella reflexión según la cual "si dos individuos siempre están de acuerdo es que uno piensa por los dos".