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Imágenes inéditas de la ciudad: de los burros y las vacas a los Seiscientos

Avilés en el foco de José Espolita

Nardo Villaboy adquiere 1.500 negativos y placas del fotógrafo avilesino, primo de los pintores Gonzalo y Juan Espolita, que documentó la transformación del concejo de los años 20 a los 60

el parche, siempre tan concurrido. El pintor Ramón Rodríguez, estudioso de los artistas avilesinos, destaca a José Espolita como "un fotógrafo más interesado por los escenarios que por las personas". La plaza de España, que sale en la imagen superior, refleja una ciudad imbuida en la tracción animal. Los edificios de la derecha fueron consumidos por las llamas.

A José Espolita Rojo le pasó lo mismo que a Auggie, el protagonista de "Smoke": quería detener el tiempo. Auggie, la criatura de Paul Auster, sacaba su cámara de fotos todos los días. Apuntaba a la esquina de su estanco... y seguía con su vida. Los escenarios de Espolita eran más amplios: toda la ciudad de Avilés, Oviedo, Cudillero... Desde los años veinte, a los sesenta; de los burros y las vacas, a los Seat Seiscientos. Espolita Rojo modulaba sombras, contraluces y dejó constancia de una ciudad en pleno cambio: de ciudad burguesa a centro industrial y marinero. Espolita Rojo llegó a tirar 1.500 fotografías. Su archivo lo ha adquirido otro fotógrafo: Nardo Villaboy.

"Llevo dos meses y medio escaneando cada uno de esos negativos y placas de cristal? No sé en qué terminará este proyecto", asegura Villaboy, que también es editor y que entre sus libros destacan dos de fotografías antiguas de Avilés: el campo de juego de Espolita. "Un verdadero artista, aunque él mismo no tenía conciencia de que lo que hacía era arte", asegura Ramón Rodríguez, pintor y estudioso del arte y los artistas avilesinos del siglo XX.

Nardo Villaboy asegura que no conocía la importancia del archivo de Espolita. Se lo ofrecieron sus herederos y no dudó en adquirir la colección de imágenes. Villaboy no quiere decir el precio de la adquisición, sólo habla de la envergadura del tesoro. "Dejó constancia de todos los soportales de la ciudad, de los que existen, y de los que ya no existen", asegura Villaboy. Las calles de Galiana, de Bances Candamo, de la Estación, de Rivero? Un mundo que se llevaron el aluvión industrial, la poca vista de los constructores y los incendios.

"Sacaba la cámara para hacer paisajes. Si salen seres humanos en las fotos es porque pasaban por ahí", explica Rodríguez. Prefería los escenarios a los actores. "Son fotografías de gran calidad", asegura Rodríguez. Y lo confirma el propio Nardo Villaboy, que digitaliza la obra de un artista que detuvo en su objetivo los decorados de la vida cotidiana.

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