Del Mar los Sargazos a Avilés. Las preciadas angulas han regresado a la ría y cada vez es más frecuente que los pescadores encuentren ejemplares de esta especie en la ensenada de Llodero y en el entorno de Zeluán, así como en la cola del estuario. Los responsables del grupo ornitológico Mavea dan fe del hallazgo, y han propuesto que se prohíba la pesca de la angula en la ría ya que se trata de una especie en peligro de extinción.

"Aunque las angulas hayan regresado a la ría, ésta sigue contaminada por lo que es un error capturarlas desde el punto de vista sanitario y también medioambiental: hay que dejar que las poblaciones se recuperen", manifestó el portavoz de Mavea, César Álvarez Laó, que incidió en que la anguila está amenazada de extinción "por lo que es absurdo capturar sus crías".

Hace décadas, esta pesca era habitual en Avilés. "Este interesante ciclo natural parece volver a resurgir en nuestro querido y muchas veces maltratado estuario", sentenciaron responsables del colectivo ecologista. Así, según Rufino Arrojo, trabajador de la lonja local, los cedazos de los anguleros se ubicaban a la altura del hospitalillo de Ensidesa. Y en la lonja también se rulaba el producto. La angula, según los ecologistas, también se podía pescar en la parte baja de la ría, junto a las desembocaduras de los ríos Raíces y Vioño. Y, dado que era muy abundante, se colaba en las depuradoras de agua de Ensidesa, donde las recogían los trabajadores para su consumo.

"Pese a la alegría que la noticia del regreso de las anguilas ha suscitado entre los miembros de Mavea, desde la organización insistimos en que las ayudas para la revitalización de la fauna y la flora de la ría deben proseguir o se perderá todo lo ganado hasta ahora", manifestaron. Con la llegada de la angula a la ría de Avilés, la riqueza aumenta en el estuario. Y es que la ría ha recuperado en los últimos años buena parte de la diversidad que perdió hace sesenta años al tiempo que la industria pesada se asentaba en ambas márgenes de la ría y las aguas se teñían fruto de la contaminación.

Almejas, cangrejos, berberechos u ostras pueblan ya la ría avilesina, especialmente en la ensenada de Llodero, la única zona protegida del interior de la ría. Pero ninguna especie se ha reincorporado con tanta fuerza como el mejillón. Laó incidió recientemente en que aunque las aguas de la ría de Avilés están cada vez más limpias "aún hay muchos desechos". Recomendó asimismo evitar la captura de estas especies para permitir la colonización y que aumenten las poblaciones.

De seguir adelante con la limpieza y recuperación de las aguas, tal vez la ría de Avilés pueda algún día volver a tener empresas ligadas al mundo del marisco en ambas márgenes de la ría, y también a la angula.