Al Ministro de Industria, José Manuel Soria, no le tembló ayer el pulso para advertir de que no aceptará chantajes para que determinadas empresas accedan en condiciones especiales a los bonus eléctricos vinculados a la interrumpibilidad (lo que cobran las industrias por reducir o cesar su consumo eléctrico en caso de emergencia). Soria no citó expresamente a la multinacional Alcoa, que el lunes anunció su intención de llevar a cabo sendos despidos colectivos en sus fábricas de Avilés y La Coruña, ambas afectadas por la pérdida de las retribuciones que garantizan su competitividad energética, pero el contexto de sus palabras fue inequívoco: "Supongo que nadie estará planteando al Gobierno que establezca unas condiciones singulares y particulares en una subasta para un determinado número de empresas en relación a otras".

A renglón seguido, el Ministro indicó que habrá una segunda subasta para todas aquellas empresas que deseen participar y subrayó que será "en las mismas condiciones que la primera"; esto es, pujas competitivas a la baja para optar a los lotes de energía con derecho a compensaciones por interrumpibilidad que quedaron sin adjudicar hace quince días y que suman unos 200 millones de euros a repartir entre las compañías adjudicatarias. Según Soria, no viene al caso cambiar el mecanismo de la subasta dado que la ya celebrada "tuvo las mismas condiciones para todos los participantes y éstos se sintieron libres para ofertar unos u otros precios en función de los lotes a asignar".

Lo que sí hizo el Ministro, nuevamente sin citar a Alcoa, fue preguntarse en voz alta "por qué unas empresas bajaron mucho su oferta para unos lotes y se los llevaron, y en cambio en otros mantuvieron precios altos y no se los llevaron". Alcoa no se sintió aludida por estas palabras del Ministro pese a que la empresa obtuvo el 75 por ciento de los lotes energéticos que quería para su fábrica de San Ciprián y ninguno de los que necesitan sus plantas de Avilés y La Coruña al haber pujado demasiado alto por ellos. No obstante, la empresa aclaró el por qué de ese hecho: la fábrica de San Ciprián cuenta con tecnología más moderna y unas economías de escala de las que carecen las plantas de Avilés y La Coruña; en consecuencia, la empresa se puede permitir pujar más bajo en el primero de los casos, no así para las factorías ahora en peligro de cierre.

La reiterada negativa de José Manuel Soria a rectificar y articular un mecanismo de reparto de las asignaciones por interrumpibilidad que no perjudique a Alcoa enerva a los representantes sindicales asturianos, que ayer fueron bastantes más contundentes que días atrás en sus declaraciones y directamente pidieron la dimisión inmediata del Ministro de Industria y la intervención de Mariano Rajoy para reconducir la situación.

El secretario general de la federación del Metal, la Construcción y Afines (MCA) de UGT, Eduardo Donaire, aseguró que "lucharemos con todo lo que esté en nuestras manos para evitar el cierre de la planta de Alcoa en Avilés". Y reclamó a Rajoy que tome de forma inmediata cartas en el asunto para mediar con la empresa. Por su parte, el secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano, aseguró que este desenlace con Alcoa viene a demostrar que "Soria debe irse porque es uno de los mayores incapaces políticos que hay en el país".

La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, quien ayer departió con el Ministro Soria sobre la amenaza de cierre de Alcoa, evidenció un punto de vista diferente de la problemática en la que se ha visto envuelta la aluminera. "Si el sistema de subasta puesto en práctica por el Gobierno para el reparto de las primas de interrumpibilidad ha funcionado para unas empresas no se me ocurre por qué no sirvió para Alcoa. La compañía tiene ahí un interrogante que despejar y le debe una explicación a los asturianos".

Fernández, quien también recibió explicaciones del Ministro Soria sobre la segunda subasta de retribuciones por el servicio de interrumpibilidad a celebrar este mes, mostró su confianza en que Alcoa concurra a la misma e hizo ver que para ganar los lotes energéticos que la compañía dice necesitar para ser competitiva "hay que pujar y querer aprovechar esa nueva oportunidad".

La dirección de Alcoa en España mantuvo ayer su discurso sin la más mínima variación: las fábricas de Avilés y La Coruña no son competitivas sin las retribuciones por interrumpibilidad y en esas circunstancias la única salida es el despido colectivo, si bien está dispuesta a estudiar alternativas e incluso a concurrir a una segunda subasta, esto último a expensas de conocer las condiciones.