Juan de la Rubia es el organista titular de la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, pero, sobre todo, es profesor. Ejerce en la Escuela Superior de Música de Cataluña donde imparte Improvisación. Nunca había estado en Avilés y esta noche (20.15 horas) debuta en la XXXVIII Semana de Música Religiosa de Avilés. Se presenta con un programa en el que mezcla el minimalismo sacro del estonio Arvo Pärt -el mismo de "Cantus in memoriam Benjamin Britten"- con el barroquismo de Johann Sebastian Bach, que es la unidad de medida que siguen todos los concertistas de órgano del mundo, muchos de ellos, conocidos por los aficionados a la música avilesinos.

De la Rubia llegó anoche a Avilés y anoche mismo ensayó durante horas en el coro de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, templo que acoge esta noche el segundo concierto de la clásica temporada musical que dirige José María Martínez, el antiguo director del Conservatorio de Avilés. Como concertista de órgano, el profesor valenciano es uno de los más destacados del momento. Recientemente, ofreció dos recitales en el Auditorio Nacional de Madrid y en la catedral de León y en los dos sitios logró el aplauso general y el lleno casi total.

Ha realizado hasta la fecha siete grabaciones como solista. Su repertorio abarca desde la música antigua hasta la actualidad. El máximo reconocimiento le ha llegado en cuatro ámbitos: sus interpretaciones de Johann Sebastian Bach, sus improvisaciones, la música para teclado del Renacimiento y Barroco españoles, y las grandes obras del Romanticismo (incluyendo transcripciones de obras de Wagner y Brahms). Es miembro de "Ensemble Méridien Barcelona" y ha estrenado obras de compositores actuales en el Palau de la Música Catalana.