El miércoles pasado les tocó a los empleados de los almacenes de Los Telares: los nuevos dueños retrasaron su entrada a trabajar cerca de tres horas aduciendo "un sabotaje en varias puertas". Y ayer, la singular gestión de la crisis de la compañía le tocó sufrirla a su fundador, el empresario avilesino de origen leonés Julián Rus. Un vigilante contratado por los nuevos propietarios -el fondo de capital riesgo CIB 714, dependiente de la matriz suiza Gryphus Partners- impidió a Rus entrar a trabajar. Le dijeron que no estaba en "la lista". En una lista donde sí estaba relacionada la plantilla que podía entrar en las oficinas de la calle Pedro Solís. Rus tardó más de quince minutos en poder entrar, pero tuvo que ir a su puesto de trabajo -actualmente, es asesor externo- escoltado por otro vigilante. En su puesto recogió "sus cosas, sus bolis", según indicaron testigos presenciales, y se dirigió a la puerta de salida. Allí, fue parado otra vez por los mismos vigilantes ante el estupor de los empleados; los guardias subcontratados el miércoles pasado (tras la primera jornada de huelga) alegaron que no sabían "qué se llevaba".

Tuvo que acercarse a las oficinas centrales de Los Telares un directivo de la empresa de seguridad para permitir la marcha de Rus con "sus cosas". Entre medias, los nuevos dueños llamaron a la Policía Nacional. Tres patrullas se plantaron ante la puerta ante la posibilidad de altercados, que no se produjeron. El directivo de la empresa de seguridad solucionó el problema que tenían sus subordinados en menos de cinco minutos y Julián Rus pudo ir a su coche para dejar sus pertenencias. Su salida fue acompañada de aplausos de sus antiguos empleados. "Con esta violencia tratan a un paisano de 70 años", se lamentaron los trabajadores que no daban crédito a las escenas que ayer vivieron. "Ya has visto lo que ha sucedido", únicamente acertó a decir el fundador de la compañía al periodista allí presente.

Mientras los responsables de CIB 714 cerraban la puerta al empresario Rus, una representación del comité de empresa se reunía con el alcalde de Corvera, Iván Fernández. El próximo miércoles día 27 está convocada una huelga en todas las instalaciones de Los Telares de España. Esta huelga será indefinida a partir del día 28, jueves. La plantilla reclama el abono de tres pagas extra y el 87,5 por ciento de la nómina de abril que todavía no ha cobrado y, a la vista de los acontecimientos, la de mayo "que seguro que tampoco nos la pagan". Asimismo, reclaman la readmisión inmediata de Víctor Álvarez León, despedido el miércoles pasado, tras haber participado en la huelga regional que cerró las 19 tiendas que Los Telares todavía mantiene abiertas en el Principado. Los nuevos dueños insisten en decir que plantean un ERE que los sindicatos desconocen.