La magistrada Carmen Márquez, la titular del Juzgado de lo mercantil número 3 de Oviedo, con sede en Gijón, tiene tarea por delante. Será la encargada de buscar el responsable de la quiebra técnica de la compañía Los Telares. Según fuentes consultadas, la juez ha calificado esta quiebra como culpable, esto es, "no fortuita". La instrucción que tiene que realizar se encamina a partir de este momento a dilucidar quién es ese "culpable". La mirada está, por un lado, en el análisis de la gestión de la compañía llevada a cabo por el fondo de capital riesgo Gryphus Partners, que se hizo con el control de la cadena textil en diciembre de 2014, y que solicitó, hace pocas semanas la declaración de un concurso de acreedores en la cadena dado que se veía incapaz de gestionarla.

Por otro lado, la juez también tiene que investigar los pasos dados por el fundador de la compañía -Julián Rus-, que solicitó un primer concurso de acreedores en diciembre de 2012, un concurso que fue salvado en abril de 2014, precisamente cuando Gryphus Partners comenzó las negociaciones para hacerse con la empres avilesina. La determinación de la culpabilidad en la quiebra supone, asimismo, la posible apertura de acciones legales.

En este orden de cosas, los responsables de las tiendas de Los Telares que el administrador concursal ha permitido cerrar mientras dure la crisis han empezado a enviar a las oficinas centrales las llaves de los locales. Según ha podido saber este periódico, la orden del liquidador es que la ropa de las tiendas se mantenga en las estanterías. Es decir, que sólo se bajen las persianas. La razón es que más de la mitad de las prendas que hasta semana estaban a la venta pertenecen a la empresa Appalossa Investment, una filial de Gryphus Partners controlada por Mauriq Taufiq y dedicada, según el convenio firmado por Los Telares, a la compra y a la venta de ropa con destino a los locales de la cadena ahora en quiebra. Es decir, el liquidador no puede hacerse con ellas. Los otros propietarios de la ropa son la propia empresa Los Telares y otros proveedores anteriores a la llegada de Gryphus Partners.

Entre los cometidos del administrador concursal está hacer caja para que cobren los trabajadores y, por otro, el propio liquidador. Los trabajadores actualmente tienen un permiso retribuido mientras dure la crisis.