Juan Vázquez y Guillermo Ulacia, dos de los "sabios" que asesoran al presidente del Principado, Javier Fernández, en materia económica, protagonizaron una de las jornadas del curso "Los retos de Asturias" que se desarrolló esta semana en el chalé de La Granda, en Gozón. Los dos participan, desde 2012, en el diseño del camino que tiene que seguir la economía para salvar los obstáculos que Asturias todavía se encuentra en su aventura de salir de la crisis. Y los dos expertos aseguraron en sus intervenciones que el primer reto del Principado tiene que ver con "otorgar mayor protagonismo a las empresas". De hecho, este punto es el principal de un decálogo que defendió Vázquez y con el que recorrió las fuentes de riqueza del Principado: desde el medio rural a la reforma de la administración pública.
Vázquez, que es catedrático de Economía Aplicada, antiguo rector de la Universidad de Oviedo y coordinador del comité de "sabios", fue quien se encargó de aclarar el contexto presente del Principado: "Asturias está tardando en salir de la crisis porque fue una de las comunidades que más tarde entraron en ella". Tras este punto, explicó que el desarrollo económico de la región pasa porque los empresarios empiecen a hablar en primera persona. Los empresarios son los que crean empleo y, creado el empleo, la economía puede empezar a respirar bocanadas de aire puro.
"Estamos viviendo signos favorables", dijo el exrector de la Universidad de Oviedo. "La contención de costes laborales, el dinamismo de las exportaciones, la recuperación de la producción industrial y el crecimiento del turismo y del consumo son sólo algunos de ellos", recalcó Vázquez. "Tenemos que mirar a las pymes, eliminar los obstáculos de su nacimiento y estimular su crecimiento", apuntó el profesor en La Granda. Todo esto para dar un impulso a la base industrial de la región que, recordó Ulacia, supera el 10 por ciento del PIB asturiano. Los "sabios" insistieron en que el impulso empresarial pasa también por "impulsar sectores con ventaja". Uno de ellos es la suma de la salud más el turismo. El progreso viene, pues de la innovación y no se produce bajo el inmovilismo.
En este sentido, se manifestó también Luis Alberto Rodríguez-Ovejero, el presidente de la multinacional Sistemas Avanzados de Tecnología (Satec), que fue quien inauguró el seminario económico de La Granda: "En Asturias se necesita un cambio de mentalidad, individual y colectivamente, que supere la convicción de que las soluciones a los problemas que generan las crisis han de venir de los poderes públicos y no de la iniciativa individual. Hay que superar este providencialismo y ganar en ilusión y convicción de la urgencia del cambio", aseguró.
Para Rodríguez-Ovejero, "se ha de promover el emprendimiento y creación de nuevas actividades empresariales desarrollando mecanismos que cristalicen las ideas en oportunidades". Y es que en su opinión, generar empleo sostenible es sólo posible "si la actividad crea riqueza fruto del éxito empresarial que redunde en crecimiento y, por ende, creación de empleo", añadió el empresario. "Contamos con un activo capital que es la masiva presencia de asturianos en el exterior, en países que presentan grandes oportunidades para nuestras empresas", defendió.
Su apuesta es que tanto las administraciones como la sociedad civil "pongan en marcha mecanismos para contar con este colectivo como medio de apoyo para captar inversiones y promover la exportación", aseguró el empresario asturiano.
Rodríguez-Ovejero coincidió de este modo con el profesor Vázquez quien, en su decálogo de los retos de Asturias, había apuntado: "También tenemos que extender el aprovechamiento de la comunidad asturiana en el exterior y es que, resulta evidente, que la economía, ahora, llega más lejos que el propio mercado".
En este sentido se manifestó también el coordinador de la tercera jornada del curso: el encuentro de los expertos del sector lácteo. Francisco Rodríguez, presidente la corporación alimentaria Industrias Lácteas Asturias (ILAS-Reny Picot), explicó que "el principal reto de la región desde el punto de vista agrario es evitar que la gente abandone el campo". No es un reto nuevo. De hecho, afirmó, se ha producido en las últimas décadas una política de abandono del campo sufragada desde la Unión Europea. "Y esa política de primar a la gente para que deje su producción agraria ha supuesto pasar de 20.000 ganaderos a 2.000. Me gustaría que ese proceso no continuara", deseó Rodríguez.
Desde el punto de vista industrial, el reto, para este empresario, "es conseguir que todas las industrias de Asturias sean capaces de hacer lo que han hecho siempre: pelear en competencia". Esta es, para Rodríguez, una de las fortalezas del sector: "Estamos acostumbrados a resistir la competencia. Nunca hemos estado en régimen de monopolio", apuntó el empresario y Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oviedo. El futuro de Asturias, pues, está en muchas manos.
