El profesor Fernando Fernández Méndez de Andés (El Franco, 1956) diseccionó ayer la fiscalidad imputable a las fuentes de energía en la clausura del seminario "En busca de un paradigma energético" que se ha desarrollado estos días en el chalé de La Granda, en Gozón. El economista asturiano conversa con LA NUEVA ESPAÑA mientras se termina un té y antes de comenzar la segunda parte de la jornada de trabajo.
-Explíqueme qué es la subasta de la interrumpibilidad eléctrica.
-Mire, la subasta de la interrumpibilidad es una manera de hacer compatibles dos objetivos. Por un lado, que empresas electrointensivas, como las de Avilés, tengan acceso a una energía un poco más barata y, a la vez, que esto se haga compatible con las leyes europeas, que son muy estrictas en prohibir determinadas formas groseras de ayudas del Estado porque, precisamente, lo que busca es evitar que estos estados creen campeones nacionales de manera artificial. Así que para llegar a esto se ha articulado el sistema de las subastas. Lo permite la UE y funciona en todos los países del continente.
-O sea...
-Lo que significa es que las empresas compran el derecho a tener energía más barata a cambio de estar dispuestas a que les interrumpan el suministro en momentos punta: estos días de verano, por ejemplo. Este sistema es muy complicado y las empresas lo que querían era el sistema anterior, el de la tarifa regulada.
-Lo significativo es que este derecho no se ejerce desde hace la tira.
-El derecho existe, lo que no ha habido es interrumpibilidad. Sin embargo, nadie garantiza que el año que viene no lo haya que ejercer. No se ha utilizado porque, con la crisis, el consumo energético ha caído mucho, pero este año está creciendo de una manera muy rápida .
-La tarifa energética es la cuarta más gorda de la UE.
-El problema de la tarifa es que no es fácilmente comparable. Primero varía mucho según los días, las horas... y, segundo, tiene dos componentes: el precio de mercado, por un lado, y, por otro lado, el coste de la actividad regulada (el transporte y la generación). Sobre esto, un poquito menos del 50 por ciento, se aplican los impuestos. Lo que pasa en España es que los impuestos son muy caros y el coste de la generación es también muy caro porque metemos ahí todas las primas de las renovables.
-¿Quién decidió esto?
-Se hizo una apuesta clara: íbamos a ser los líderes de las renovables en el mundo. Hay días en que el 60 por ciento del consumo eléctrico es de origen renovable. Esto es una modernidad, pero tiene un precio.
-Los tres grandes consumidores están en Avilés.
-El consumo energético de la comarca es de las mayores del mundo: aluminio, cinc y acero en un área pequeña.
