"Hay que hacer autocrítica y admitir que el Ayuntamiento no estuvo a la altura en cuanto a la seguridad y la organización del Carnaval de verano de Luanco". Con estas palabras reconoce el alcalde de Gozón, Jorge Suárez, que ni él ni su equipo habían gestionado bien las dimensiones de una de las fiestas estivales que más gente arrastra hasta el concejo. Unas declaraciones que vienen dadas por las quejas vecinales en la resaca de la fiesta. Unas demandas que se centraron principalmente en la falta de efectivos policiales y el ruido y la basura dejada por el "botellón".

"La gente que viene a Luanco se olvida de que está en un Carnaval. Más que una fiesta de disfraces pareció una quedada para hacer botellón", aseguró Suárez, que achaca la congregación de jóvenes "al fenómeno de las redes sociales". De cara a futuras ediciones, el alcalde socialista tiene previsto analizar alternativas para tratar de poner freno a esta situación. "Nos reuniremos con los diferentes agentes sociales implicados y, entre todos, intentaremos buscar una solución viable", agregó.

Uno de los factores para tratar de poner freno a estos incidentes es la presencia policial, que por parte de las autoridades locales fue inexistente durante el viernes de Carnaval. "Como Alcalde, debo gestionar los recursos humanos del Ayuntamiento, y mía era la responsabilidad de que hubiese efectivos de la Policía Local; y no los hubo", asumió el Alcalde. Además, Suárez agradece a la Guardia Civil el trabajo durante la fiesta. "La Guardia Civil realizó un despliegue espectacular y es algo que quiero agradecerles públicamente. Sin ellos esto se podría haber convertido en una desgracia", añadió. "Debo admitir que lo único que hicimos bien fue establecer un buen dispositivo sanitario", concluyó el dirigente socialista.