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Los hosteleros del Niemeyer piden al juez cancelar el Holi Party por dañar su actividad

Los gestores denuncian restricciones en el desempeño del negocio y que no les concedan instalar las barras del festival

Participantes en la primera edición del Holi Party, con la torre y la cúpula del Niemeyer al fondo. MARA VILLAMUZA

La lluvia de colores del Holi Party amenaza con convertirse en tormenta. La organización de este festival, que el día 29 de agosto llegará a su segunda edición, ha vuelto a destapar la caja de los truenos que viene siendo de un tiempo a esta parte la relación entre la dirección del Niemeyer y los gestores de los servicios de hostelería. Y así, el representante legal de Laura Martínez -que actualmente lleva las riendas del negocio-, Gabriel Giraudo, informó ayer de que presentará esta misma semana una demanda para pedir la suspensión del festival al entender que vulnera los derechos fundamentales. "Atenta contra el derecho de libertad empresarial de mis clientes", señaló el abogado. Y es que las restricciones previstas para ese día (entre las tres y las cuatro y media no puede haber nadie ajeno a la organización del festival, y a partir de esa hora si alguien tiene reserva para cenar en la torre tiene que guardar cola y dejarse acompañar por personal de seguridad) , así como el hecho de que las barras que se instalarán en la plaza estén gestionadas por otra empresa, hacen que los hosteleros se consideren perjudicados. "Reclaman (los gestores del Niemeyer) el canon por las ganancias y a la vez impiden hacer negocio", apuntó el abogado. Y comparó la situación con cobrar la entrada a la plaza de España para acceder a los bares durante un concierto: "Es un impuesto revolucionario".

Los desencuentros entre la gerencia del Niemeyer y el adjudicatario del servicio de hostelería están ya en los tribunales. La Fundación del Niemeyer reclamó 40.000 euros por varios conceptos, entre ellos el canon variable por beneficios, y los hosteleros respondieron que es la Fundación quien les debe 30.000 euros por el dinero adelantado para adecuar la torre para el negocio. Esta es la patata caliente con la que tendrá que lidiar el futuro patronato del Niemeyer, que estará presidido por el nuevo consejero de Cultura, Genaro Alonso. En este sentido, la hostelera Laura Martínez reclamó reunirse con los responsables políticos del centro cultural para buscar una solución a sus desavenencias.

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